La construcción, uno de los pilares históricos de la actividad económica y el empleo en Argentina, atraviesa por una “situación gravísima”, de acuerdo al escenario que plantearon las empresas del rubro que celebraron este año su tradicional convención anual en medio de una situación inusual: parálisis, cierre de empresas y cien mil despidos que los ejecutivos no recuerdan desde la crisis de 2001.
El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) Gustavo Weiss, resumió el contexto en el acto inaugural de la convención que contó con presencia de funcionarios del Gobierno nacional.
Dentro del magro panorama que ofrecen casi todos los rubros en este contexto altamente recesivo, la construcción es el sector más afectado dado que se desplomó 19,7%, muy por encima del 5,1% de caída del PBI en el primer trimestre.
Al mismo tiempo, explica en buena medida el fuerte crecimiento del desempleo en los últimos meses. “La situación de paralización mencionada tendrá un efecto inmediato en el estado y seguridad de uso de la infraestructura existente”, manifestó Weiss.
En paralelo al freno de la obra pública que la Cámara reclama suspender, también exige el pago de una deuda acumulada por unos 400.000 millones de pesos.