En las empresas recibieron positivamente el llamado amplio del Gobierno a consensuar una agenda común para los próximos años de la Argentina, con un corte promercado, aunque mantienen preocupación por los efectos de la crisis en el corto plazo.
Los hombres de negocios consultados por Infobae, que representan a las principales cámaras empresariales del país, coincidieron en que la fuerte caída de la actividad tocó su piso pero no esperan una recuperación rápida, en particular los sectores que dependen del consumo interno. No esperan que el gráfico del PBI muestre una “V” en 2024.
El efecto más inmediato son los despidos y las suspensiones de trabajadores, situación que comenzó a ponerse sobre la mesa en las distintas entidades al igual que en las encuestas de opinión pública. Es por eso que los empresarios comenzaron a pedir al Gobierno medidas para paliar la crisis y apuntalar la reactivación.
El vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappalini, comentó a este medio que el sector mantiene caídas interanuales muy fuertes en la producción pero que en los últimos dos meses se observó crecimientos mensuales. “Esperamos haber tocado fondo, no es menor. La recuperación viene muy lenta”, sostuvo.
“El pedido que hacemos al Gobierno es restablecer la obra pública, que tracciona otros rubros, e incentivar más créditos al consumo, con los pesos que tienen los bancos y que el Tesoro ahora no demanda. Se puede generar un espiral descendente que no queremos”, advirtió Rappalini.
La UIA publicó esta semana un informe en el que destacó que la actividad fabril cayó en abril 14,2% interanual y creció 4,5% contra abril, pero se mantiene en niveles bajos que no se veían desde la pandemia.
Desde agosto el sector perdió más de 15 mil puestos de trabajo asalariados, de los cuales casi 5.000 se concentraron solo en marzo.
“Necesitamos que mejore”
“La convocatoria es muy importante, nosotros ya en el del 25 de mayo habíamos agregado algunos aspectos a incluir que nos parecen importantes. Uno de ellos es mejorar la educación para que los jóvenes estén listos para los desafíos del futuro y otro es generar una apertura de la economía que sea inteligente, generando condiciones para que crezca la competitividad y la productividad”, mencionó Rappalini.
El sector más afectado, en medio del parate a la obra pública que aplicó Milei para alcanzar el equilibrio fiscal, es la construcción. El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), Gustavo Weiss, celebró la convocatoria del Presidente “en la medida de que sea amplia y permita avanzar en grandes políticas de Estado”.
“Nuestra actividad sigue con niveles muy bajos, con caídas respecto a los mismos meses del año pasado muy grandes y una leve recuperación intermensual. Desde mediados del 2023 se perdieron más de 100.000 puestos de trabajo registrados. La obra pública no va a traccionar en el corto plazo y la privada pequeña, como las refacciones en el hogar, tampoco. Puede haber algún alivio por grandes proyectos en energía y minería, pero en el margen”, detalló Weiss.
“Como hace 70 años”
El titular de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman coincidió en que la recesión tocó piso y en que no habrá un rebote rápido de la economía.
“No creo que sea una V, veo más una actividad que se mantenga estancada en niveles bajos por un tiempo. Algunos rubros como indumentaria, calzado y electrodomésticos comenzaron a salir pero el consumo masivo sigue en baja. Si el Gobierno consigue mantener la inflación a raya puede que la mejora de salarios nos ayude un poco”, expresó Grinman.
Obviamente que las compañías más afectadas por la crisis son las del segmento pyme, afectado por la caída de las ventas y los aumentos en las tarifas tanto de luz como de gas natural.
Derrumbe en las ventas
Las ventas minoristas pymes cayeron 7,3% anual en mayo y en lo que va del año, acumulan una caída de 16,2 por ciento. Sin embargo, hubo una mejora del 6,6% en la comparación mensual, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
“La contracción de la actividad tiene un correlato en el empleo, en especial en comercio, construcción e industria. No veníamos de una crisis de actividad sino de rentabilidad, por la inflación. Son momentos difíciles. Cuesta pagar los servicios públicos”, expresó a Infobae el presidente de CAME, Alfredo González.
“Celebramos la convocatoria a un acuerdo y nos parece importante que se avance en una nueva Ley PyME, con incentivos a la industria local. Esperamos que la estabilidad de las variables marco se traduzca en una mejora de la actividad. Por los relevamientos que hacemos indudablemente hay una mejora mes a mes, pero estamos por debajo del año pasado”, comentó González.