
Con apenas un día de antelación, el centro privado de hemodiálisis (Instituto Misionero del Riñón) que presta este servicio a pacientes del Incluir Salud notificó el martes que ayer no prestaría el servicio.
Pacientes como Cristina Ferreira, que debía recibir su diálisis a las 6 de la mañana de ayer recibieron este mensaje en su celular: “Estimado paciente, lamentamos informarle que el día de mañana nos veremos imposibilitados de prestar el servicio de diálisis. La falta de pago de nuestras prestaciones no nos permite hacer frente a los costos de las misma (pago del personal, insumos, entre otras cuestiones)”. Un mensaje que lógicamente despertó el pánico de los pacientes porque, si no acceden a la diálisis, se mueren (ver recuadro).
Al ser consultado sobre las causas que motivaron el cese de la prestación de un servicio que es necesario para la sobrevivencia de 150 personas en la provincia que tienen Incluir Salud, el subsecretario de Salud, Héctor Proeza, aseguró a PRIMERA EDICIÓN que “el pago correspondiente al mes de abril que está en proceso de efectivizarse por lo que creo que hubo una premura de la empresa, llamémoslo un mal entendido técnico, que comunicó a los pacientes la suspensión de la prestación antes de notificar al Ministerio de Salud Pública cuando estábamos trabajando sobre ese proceso de pago”.
Con fondos provinciales
Antes del mediodía de ayer, el funcionario aseguró que “ya nos contactamos con el Instituto Misionero del Riñón para avisarles que sorteamos todas las tareas administrativas y ellos se comprometieron a restablecer el servicio y llamar a los pacientes nuevamente”.
Proeza recordó que, además de este centro privado, se hace diálisis en el Parque de la Salud de Posadas. El subsecretario de Salud indicó que la Provincia es la que se está haciendo cargo de los pagos de las prestaciones del Incluir Salud “llevamos adelante los expedientes con fondos propios, de la canasta de Incluir Salud a la Provincia le cuesta 2.000 millones de pesos sostener el sistema.
La Nación manda 80 millones de pesos mensuales, que es la cápita del 2023 que nunca se actualizó, y la Provincia pone por mes para cubrir la canasta de medicación, el contrato de diálisis (que supera los 130 millones de pesos mensuales para 150 pacientes)”.
Millones de pesos en medicamentos de alto costo
Según indicó, solo la medicación de los pacientes trasplantados representó una inversión de 30 millones de pesos en junio “estos fondos provienen de las arcas provinciales en su totalidad”. Además, según precisó el funcionario, “en medicación de alto costo para 6.000 pacientes con distintas patologías también hay una inversión muy grande… para dimensionar, la canasta de medicamentos de solo 330 pacientes llega a 1.800 millones de pesos mensuales. El Estado nacional manda estos tratamientos en forma muy intermitente, generalmente son tratamientos por tres meses… y cuando no llega, pone la Provincia por lo que esta canasta demanda un costo fluctuante que ronda los 2.000 millones de pesos mensuales”.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el subsecretario de Salud señaló que la raíz del problema no es que la Nación envíe los fondos con retraso sino que “manda los fondos del presupuesto 2023, pagaron la cápita del mes de marzo y para ellos están al día. El problema es que pasaron la responsabilidad a la Provincia de que esos fondos no alcancen para cubrir todas las prestaciones”, remarcó Proeza.
No obstante a la dificultad con los fondos, cuestionó al centro privado de diálisis por haber tomado la decisión de suspender la prestación a los pacientes “por unos pocos días de retraso en el expediente de abril, la verdad es que nos sorprendimos porque estábamos en proceso de trabajo y tenemos un convenio firmado”.
“Me dializo tres veces por semana, cuatro horas cada vez”
Cristina Ferreira está en lista de espera para trasplante y es una de las 150 pacientes en la provincia que reciben la diálisis a través del programa nacional Incluir Salud.
“Me dializo hace cuatro años y desde hace dos lo hago en el Instituto Misionero del Riñón. Ayer (por el martes) me avisaron que se suspendía mi sesión de hemodiálisis de este miércoles. Me dializo tres veces por semana, cuatro horas cada vez”, contó a PRIMERA EDICIÓN.
Según recordó, los beneficiarios del Incluir Salud ya venían con problemas desde hace meses en las prestaciones “pero no tan graves, por ejemplo, voy a retirar la medicación y no me la entregan completa en la farmacia del hospital, o no me autorizan toda la medicación, o voy a la farmacia y no hay medicación y tengo que esperar 15 días… son inconvenientes que me van perjudicando la salud. También, a principio de año me sacaron el servicio de traslado, después se normalizó a las dos semanas… son todas cuestiones que impactan en mi vida porque para salir de mi barrio, Itaembé Guazú, y llegar a horario tengo que tomarme un Uber si no engancho un colectivo porque mi horario de diálisis es a las 6 de la mañana”, contó. El aviso de este martes fue mucho peor: suspendieron la hemodiálisis. “En mi caso, hace tres años que no orino nada por lo que la máquina me tiene que sacar el líquido y purificar la sangre… y no puede pasar más de un día, hoy (por ayer) todavía me siento bien pero mañana ya no sé cómo voy a estar porque las sesiones de hemodiálisis son imprescindibles para mí… no puedo esperar hasta nuevo aviso”.
Por eso, después de recibir el mensaje en su teléfono del centro de diálisis, Cristina consultó cuánto salía la sesión de diálisis en forma privada y le respondieron que 110.000 pesos. Afortunadamente, ayer por la tarde le comunicaron que retomaría las sesiones de diálisis.