Justina llegó a Misiones y festejó junto a sus familiares y amigos el fin de su quimioterapia luego de pasar poco más de un año en Buenos Aires sometiéndose a reiteradas operaciones y tratamientos para poder vencer el cáncer óseo que la afectaba.
El cuadro poco frecuente en niños, se trata de un tumor maligno y muy agresivo por lo que destacan la recuperación de la niña de 8 años. “Justina tiene una remisión hasta que del 99% Eso es muy alentador. Esto hace que el pronóstico hoy sí sea bueno, sea alentador, sea optimista, siempre hay que tener los controles pertinentes, en medicina es así, pero bueno, tenemos toda la fe, toda la esperanza de que siga así”, dijo Lisandro Benmaor, presidente del IPS y obra social que acompañó en todo el tratamiento.
PRIMERA EDICIÓN dialogó con también con Adrián, su papá quien contó: “En palabras, es muy difícil dimensionar todo lo que hemos vivido nosotros allá desde el día 1. Justina (vamos hablar en pasado) tenía un osteosarcoma en el húmero izquierdo, fue sometida a un trasplante del húmero. Las tomografías que le fueron realizando salió que tenía imágenes en los pulmones. En septiembre se sometió a la operación para colocarle un hueso nuevo de un donante y en octubre se operó de los pulmones”.
Asimismo, sostuvo que deben seguir los controles trimestrales por un tiempo de 5 años, por lo que su estadía en Misiones se dificulta.
Justina realizó su tratamiento en el Hospital Italiano y contó con la ayuda de profesionales de primer nivel: “Gracias a Dios logramos que lo pegue el mejor traumatólogo de Latinoamérica el señor Luis Aponte y el mejor cirujano, director del Hospital Italiano, Pablo Lobos. Y logramos que la atienda la mejor oncóloga de Latinoamérica”, señaló Adrián.
Respecto del día a día de la pequeña y la familia comentó: “Nosotros tratamos de naturalizarlo y que Justina tenga unas eternas vacaciones, estaba viviendo de vacaciones por un año, entonces allí logramos de que ella pueda pueda estar contenta, estar feliz, estar con nosotros, la mimábamos con regalos, con salidas. Gracias a Dios hoy están los frutos, hoy Justina está feliz con su gente, sus amiguitos, así que eso es lo importante”.
Debido al seguimiento que deben en cuanto a esta patología, señaló que su arribo a la tierra colorada será corta: “Estamos acá 21 días, nos vamos a quedar acá y volvemos. Justina se queda a vivir allá, tenemos controles trimestralmente por cinco años, vamos a decretarlo de que no va a volver”, sostuvo su padre.
“Lo de Justina es un milagro”
Adrián comentó que más allá de que todo el proceso fue difícil, “nosotros sabíamos que teníamos de la parte médica lo mejor de lo mejor”. Sin embargo, hubo momentos donde pensó que con eso no alcanzaba. “Ahora vamos por lo sobrenatural y dicen que hay que creer para ver.
Uno de los pedidos que le realizaron los médicos durante el tratamiento fue “No googlear”, para evitar malos entendidos, datos erróneos y sobre todo para no perder la esperanza. “Cada niño, cada persona, el tratamiento lo recibe de distintas maneras, por ejemplo, si a dos chicos con la misma patología le pones la misma quimioterapia, a uno le puede hacer efecto y al otro no”.
En este sentido, agregó que “Justina soportó la quimio al 100% y no le afectó ni un órgano”, y describió como fueron estos más de 365 días de tratamiento: “Ella ingresaba a quimio de lunes a viernes todos los días, todas las semanas durante un año, nosotros vivimos en el Hospital italiano internados de lunes a viernes. Salíamos los fin de semana y volvíamos a internarnos de lunes a viernes sin parar”.
Adrián sostuvo que la clave para mantener la fortaleza en la familia y junto a Débora, mamá de ‘Justi’, fue la fe. “Quiero decir que si no sos creyente, que lo seas, porque a nosotros nos ha demostrado que funciona, que creyendo salimos adelante. Cada niño es único. Pelearla, pelearla y pelearla, no bajar los brazos. Consentir a sus hijos, porque también digo a las personas, padres que no tienen estos problemas con sus hijos, que a veces uno no dimensiona en la posición en que se encuentra, lo naturalizado que estamos: vos te vas a trabajar, llegas a tu casa, tu hijo está bien, porque es normal o crees que eso es lo normal, eso es una bendición increíble. Yo pensé que nunca me iba a pasar, nunca creímos que no iba a pasar una cosa así”, expresó.
Por último, Adrián se mostró inmensamente orgulloso de la lucha de su hija y declaró: “Justina es una guerrera increíble, Justina es un milagro, es algo increíble, la fuerza, salta, juega y ella la ves y tiene una cicatriz de acá a acá, se bancó todo”.