El juez de Instrucción 1 de esta localidad, Ariel Belda Palomar, firmó y notificó la prisión preventiva a los dos policías denunciados y detenidos por torturar a un joven en Bernardo de Irigoyen en agosto del 2023. El fiscal de Instrucción Francisco Insfrán opinó a favor de la resolución del magistrado entendiendo que una excarcelación a los acusados pondría en riesgo la integridad de la víctima.
Ahora la defensa tiene un plazo de diez días hábiles para apelar a una instancia superior.
A poco más de diez meses que se conociera el caso publicado en exclusiva por PRIMERA EDICIÓN, finalmente los dos policías denunciados por torturas a un joven se notificaron de la prisión preventiva y continuarán detenidos. En los próximos días serán trasladados desde una dependencia de la Unidad Regional XII a la cárcel de Eldorado, según fuentes consultadas.
Se trata de dos uniformados de 26 y 28 años quienes se encuentran detenidos desde el 24 de agosto cuando se realizaron las primeras medidas dispuestas por el juez Belda. El hecho en sí ocurrió entre la noche del 6 de agosto y madrugada del 7 de 2023 cuando un joven denunció ser detenido de manera irregular y sometido a torturas.
Según la denuncia de la víctima, cuando caminaba por la avenida Juan José Junes de Bernardo de Irigoyen, fue interceptado por dos policías que lo someterían a una detención ilegal.
El joven de 23 años explicó primero en Gendarmería, luego la Policía y al momento de ratificar su versión en la Justicia, que lo llevaron hasta un descampado cerca del basural municipal y lo golpearon y sometieron a torturas de todo tipo. Físicas, psicológicas y hasta reconoció que en un momento pidió que lo mataran porque no “aguantaba más”.
Siempre de acuerdo al relato en la denuncia, fue atacado a puñetazos y puntapiés, además de objetos contundentes que presume fueron tacuaras o palos y antes de dejarlo al borde del desmayo, lo rociaron con combustible y lo amenazaron con prenderle fuego. Luego lo llevaron a las inmediaciones de la terminal de colectivos y, antes de retirarse, le dijeron que si denunciaba lo que pasó lo iban a matar.
Según averiguó este Medio, el joven quedó varios minutos malherido y a punto de perder la conciencia por los fuertes dolores. Una vez que pudo recuperarse, caminó hasta su domicilio ubicado a varios kilómetros y avisó lo sucedido a sus familiares.
La gravedad del hecho motivó a que todo se manejara con absoluta cautela y reserva. La investigación la tomó Gendarmería Nacional y tras la presentación del primer informe sobre lo actuado al juez Belda Palomar, éste dispuso la detención preventiva de los dos sospechosos.
En las pericias se comprobó que la ropa de la víctima tenía restos de combustible y el certificado médico confirmó que presentaba lesiones en distintas partes del cuerpo.
Cuando los sospechosos fueron trasladados para declarar, una semana después de sus detenciones, optaron por guardar silencio. Fueron imputados primeramente por “apremios” además de “privación ilegítima de la libertad” aunque finalmente la carátula cambió a “tortura” en concurso real, delito previsto en artículo 144 Ter del Código Penal Argentino y que prevé penas de hasta 25 años de prisión.