Los dos médicos que conforman la Guardia de Emergencia del Hospital I de El Soberbio presentaron su renuncia ante el Ministerio de Salud Pública, a raíz de las reiteradas situaciones de violencia que vienen padeciendo desde hace un tiempo en la atención de los pacientes y que ya fueron advertidas a las autoridades pero que no se resolvieron.
La medida fue acompañada por un grupo de enfermeros, quienes además exigen mejorar la articulación de las derivaciones con los hospitales de mayor complejidad de la zona y elevar el plantel de profesionales en la guardia, entre otros puntos.
Según el relato del equipo sanitario, desde rotura de ventanas y vidrios hasta forzar las puertas mientras atienden, son parte de por los menos dos hechos violentos por semana, desde hace bastante tiempo.
Los médicos que administrativamente renunciaron, lo hicieron al llegar a un límite y no encontrarse “emocionalmente en condiciones” ante los reiterados sucesos de violencia, dijeron a PRIMERA EDICIÓN y tras haber advertido a las autoridades sanitarias.
Diego García y Marta Acuña son nacidos y criados en El Soberbio antes de convertirse en los médicos de guardia. Anoche, se supo que ambos podrían revisar su decisión, aunque esperarán ver si las medidas de seguridad mejoran efectivamente en el lugar de prestación de los servicios. La directora del hospital se encuentra de licencia por razones de salud y eso también afecta la organización del mismo.
Las agresiones que reciben, comentaron, son “reiteradas e intempestivas porque la población constantemente pone en tela de juicio el accionar médico”, exponiéndolos en redes sociales “injuriando y calumniando de manera constante el accionar profesional”.
A primera hora de la mañana de ayer el documento fue remitido al ministro de Salud de la Provincia, Héctor González, con la firma de médicos y enfermeros, detallando las situaciones que atraviesan y que definieron como de “violencia extrema”, que van desde gritos, malos tratos, empujones y daños materiales a las instalaciones, dándose constante intervención a la comisaría de la localidad, lo que fue generando un desgaste que llegó a un punto sin retorno.
Estadísticamente en los últimos diez años, la institución sanitaria contó con el servicio aproximado de más de diez médicos cuyo ejercicio profesional en la localidad no trascendió a los cinco años concretos, debido a las situaciones extremas de violencia vivenciadas, remarcaron como antecedente.
“Queremos seguridad policial de manera constante, dado que si bien existen encargados de la seguridad de una empresa privada no resultan efectivos dado que las situaciones violentas los sobrepasan en cantidad y por una cuestión física porque una persona no puede estar en dos sectores al mismo tiempo, es decir en admisión y en emergencia”.
Reunión y decisiones
Se hizo presente en el nosocomio el subsecretario de Salud, Héctor Antúnez Proeza, quien confirmó al personal la decisión de poner custodia policial en emergencias, además de la seguridad privada.
Mientras los médicos evalúan su continuidad, llegarán profesionales del hospital de San Vicente para ayudar con las guardias del fin de semana. El funcionario admitió las dificultades que tienen para conseguir la radicación de médicos en las localidades más alejadas de las ciudades más grandes.
También se acordó fijar las prioridades de atención en la emergencia a los casos más graves, postergando a quienes puedan llegar al día siguiente a consultorio médico.
Además de Antúnez Proeza, estuvieron el intendente Roque Soboczinski; el director del SAMIC San Vicente, Luis “Coco” Gómez; representantes de la Policía de Misiones, entre otros.
Regular los protocolos
Desde el plantel profesional de médicos y enfermeros, también solicitaron articular medidas con la Municipalidad de El Soberbio, el Concejo Deliberante y la Policía de Misiones, “para regular normas y protocolos acordes” al nivel de atención y al escalafón otorgado a dicho hospital.
En el mismo sentido, comentaron que gran parte de la población local no tiene conocimiento de las prestaciones que pueden realizarse en el hospital que es de Nivel I y “terminan reclamando intempestivamente cuando se les informa que para determinados estudios e intervenciones deben ser derivados o concurrir al Hospital de San Vicente. Eso ya nos excede, por más que queramos brindar determinadas atenciones no podemos porque no contamos con los elementos para ello”.
Afirman que muchas cosas las realizan a pulmón y sin elementos
Tanto los médicos de guardia como los enfermeros del hospital de El Soberbio coincidieron en que “acá trabajamos muchas veces a pulmón y hacemos más cosas de las que corresponden al Nivel I (Bajo Riesgo)” pese a que no cuentan con los elementos necesarios.
“Se aguantó hasta ahora porque teníamos un buen equipo, es la profesión que elegimos y nos gusta pero con tantos casos de violencia, sumado a los bajos sueldos, no da para más”, indicaron.
Sobre el porqué de las situaciones de violencia que se vienen registrando, uno de los trabajadores comentó a este medio que “particularmente la idiosincrasia y la cultura que tenemos es lamentable, no se respeta el trabajo de los profesionales de la salud entonces creen que pueden llevarse todo por delante”.
En la misma línea dijo que “hay que agregarle algunos movimientos que pareciera que son partidarios políticos, que quienes verdaderamente somos trabajadores no sabemos qué están anhelando. Hace poco intentaron prender fuego a la Municipalidad, por el tema de la soja y ahora pareciera que vienen a querer atentar contra el hospital, desprestigiando nuestra tarea”.
A resolver
En cuanto a la seguridad, recordaron que tienen el “servicio de seguridad privada pero no da abasto. Los operarios son conocidos de acá del pueblo, algunos con escasa preparación y también cobran muy mal, eso también lo sabemos. Además ponen un solo guardia que no puede hacerse cargo ante un problema con un paciente porque tiene que estar atento a la parte de admisiones y también de las guardias, no puede estar en dos lugares a la vez”.
Aseguraron que “no se trata esto de un reclamo salarial sino de lo que sucede en nuestra vida de todos los días, no podemos venir a trabajar y tener que cuidarnos de algún empujón, que nos griten, nos insulten o que rompan alguna parte del mobiliario y sin que nadie hago algo. Cuando decimos eso nos referimos al tema de seguridad… por lo salarial, es cierto que un médico de guardia de un Nivel 1 se tiene que arreglar con 480.000 pesos atendiendo 75 personas por guardia, aparte de los de internación, algo que se vuelve inhumano para solamente tres médicos, sin olvidar a los profesionales enfermeros que padecen el mismo problema”.