Los pulpos son criaturas salvajes cuyo hábitat es el océano y las aguas marinas costeras. Allí viven en guaridas, pueden utilizar herramientas en su vida diaria y en algunos lugares, expresan comportamientos sociales complejos.
Con todo es obvio que no tienen cabida en los hogares humanos, pero Cal Clifford, un niño de 9 años habitante de Edmond, Oklahoma, tiene de mascota al pulpo Terrance.
Cal y Terrance hacen furor en las redes sociales porque su historia es impactante.
Resulta que el niño desde muy pequeñito dijo que quería un pulpo, pasaron los años y su deseo seguía intacto así que su papá le regaló uno.
Hasta ahí más o menos todo “bien”, pero ¡qué pasó! Terrance guardaba una sorpresa: era hembra y había puesto 50 huevos en el taque donde vive.
La familia se dio cuenta cuando un día observaron que en el tanque había aproximadamente unos 50 huevos que, todos asumieron que no estaban fertilizados.
Pero estaban equivocados, varias semanas después pequeños pulpos semi transparentes invadieron el tanque de Terrance.
Todo fue una locura en la familia, confiesan que se vieron desbordados y tuvieron que buscar ayuda y ver la manera de mantener con vida a los bebés. En los acuarios les dijeron que no estaban preparados, así que el papá de Cal se puso en campaña para informarse y ver cómo seguiría el proceso. Confiesan que todo fue agotador y muy caro porque tuvieron que hacer grandes inversiones para mantener con vida a tantos pulpitos.
Lo cierto es que el niño Cal está no solamente feliz sino que aprende más sobre la vida del molusco que más ama. Todos acarician a Terrance que se muestra amigable sacando sus tentáculos por la pecera para que la acaricien, al menos eso piensan. Aunque ya se inició una campaña a nivel mundial para que se prohíban los cultivos de pulpos en las piscifactorías del mundo.
Es que si bien este es un caso especial, los especialistas aseguran que los pulpos tienen capacidad de sentir dolor y ansiedad.
Ustedes, ¿qué piensan?
(Rosanna Toraglio-Periodista)