A la espera del lanzamiento de los billetes de $10.000 y $20.000, previsto para mediados de año, en los últimos meses la única denominación que crece en emisión de forma notoria es la de mayor valor en la actualidad: la de $2.000. Es que el poder de compra del resto de “papeles” en Argentina se ha derrumbado de manera drástica y complica cualquier tipo de transacción en efectivo, incluso las más cotidianas como la visita al almacén para “lo del día” o especialmente las extracciones por cajero automático.
En este contexto, un análisis publicado por el sitio especializado en economía iProfesional grafica cómo los mencionados billetes de $10 mil y $20 mil ya perdieron gran parte de su poder adquisitivo antes de emitirse.
El primero, que portará las imágenes de Manuel Belgrano y de María Remedios del Valle, ya equivale a apenas 10 dólares, apenas el 10% del billete de mayor denominación en Estados Unidos, el 5% del más valioso en Europa y una cuarta parte de lo que valen los “papeles” más “poderosos” en los distintos países de nuestra región.
El segundo (que no saldría al mismo tiempo, sino “en meses posteriores”, con la efigie de Juan Bautista Alberdi) apenas alcanzaría hoy el valor de 20 dólares.
Y lo peor es que desde enero hasta abril ambos ya perdieron un 30% de su valor originaly este derrumbe se ampliará hasta un 41% más para cuando está previsto que salga a la calle el primero de ellos.
A valores actuales ajustados por inflación, los billetes anunciados deberían ser de $14.250 (en el caso del de $10.000) y $28.499 (el de $20.000), y cuando vean la luz en junio, al menos, se requeriría tener un billete de $17.000 para equiparar el valor que representaba el de $10.000 en enero pasado, mientras que se precisaría contar con un ejemplar de $34.000 para poder igualar al poder de compra de la unidad de $20.000 anunciada a inicios de este año.
La realidad argentina es tan cruda que cada vez que un billete sale a la calle (sea ilustrado con animales, con próceres o con cualquier otra imagen que se quiera perder tiempo en discutir), prácticamente se estaría necesitando otro que al menos lo duplique en valor.