Alejandro Ramón Méndez, “Mangueruli” pero también conocido como “Porteño”, con sus dos alias a cuestas continuará detenido. El lunes firmó un acuerdo de 25 años de prisión efectiva por el segundo homicidio simple que comete en menos de diez años. Esta vez por acabar con la vida de otro de sus amigos y aliado frecuente para confraternizar, bebidas alcohólicas mediante.
El máximo de la condena por “homicidio simple” (artículo 79 del Código Penal Argentino) fue ofrecido por el fiscal del Tribunal Penal 2, Vladimir Glinka, y evitó ser juzgado por “homicidio con ensañamiento” en juicio oral que estaba previsto para esta semana ante los jueces Carlos Jorge Giménez, Gregorio Augusto Busse y César Antonio Yaya.
El cambio de la calificación le evitó la posible condena a prisión perpetua que se barajaba ante el cúmulo probatorio del expediente “87311/2021” que instruyó el juez Miguel Mattos, y la situación particular en su contra: la reincidencia delictiva.
“Mangueruli” Méndez, de acuerdo a la acusación, entre el jueves 15 y domingo 18 de julio de 2021, atacó a golpes y estocadas de arma blanca a Alejandro Daniel Pereira (41) en la casa 4, manzana B del barrio Prosol.
En el domicilio de Pereira, Méndez cometió el crimen presuntamente por una pelea caldeada por el exceso de alcohol. La autopsia de la víctima indicó que tenía 3,30 gramos de alcohol por litro de sangre.
Méndez reaccionó a un reproche de dinero adeudado y lo hizo con un cuchillo en la mano que Pereira intentó frenar y los cortes en la mano derecha le dejaron evidencias de su defensa. Méndez continuó con su intención de lastimar y con un garrote metálico y lo redujo en el piso, le fracturó las manos y a fierrazos lo noqueó con fracturas en el parietal derecho. Boca abajo en el piso, la escena finalizó con puntazos en la espalda y el óbito en pocos segundos por el shock hipovolémico desencadenado por la pérdida de sangre. Le perforó ambos pulmones.
Recién el martes 20 de julio, el cadáver de Pereira fue descubierto. A las 10.30 su madre, Adelaida Blanca Pereira, su hermano Walter Gómez e Iván Ariel Batista se presentaron, preocupados por perder contacto desde el jueves 14. Su madre lo vio con vida por última vez el 13 de julio cuando almorzaron juntos.
Uno de los testigos clave en el expediente fue un hermano de “Mangueruli”, quien relató que el domingo 18 se reunió con él y le confesó que tres días antes había cometido el homicidio.
Le contó que tomaron “varios vinos escuchando música” y en un momento dado se desató la discusión porque Méndez no aportaba dinero ni alimentos para la comida. A otro hermano más, Méndez le relató lo sucedido en coincidentes detalles.
Méndez conoció a Pereira en la Unidad Penal de Loreto del Servicio Penitenciario Provincial. “Mangueruli” estuvo preso allí y condenado por el Tribunal Penal 1 por asesinar a Rubén Díaz (54) en 2011 en el complejo habitacional A4, también a fierrazos y a su presunto amigo y compañero para beber.
Respecto a la muerte de Pereira, dos testigos más lo vieron a Méndez en la vivienda del barrio Prosol, el jueves 15 de julio y junto a la víctima fatal. Los rastros de ADN de “Mangueruli” fueron hallados en manchas de sangre recolectadas en el escenario del crimen.
“Un amigo”
El viernes 4 de marzo de 2011 por la noche, la policía fue alertada sobre un homicidio en una vivienda del barrio A4. La víctima fue identificada como Rubén Díaz de 54 años y las sospechas se dirigieron a su amigo, Alejandro Ramón Méndez, “Mangueruli”.
Díaz lo invitó a tomar pero también le reclamó por el robo de electrodomésticos de su vivienda y que supo que los vendió en el mismo barrio. Según declaró Méndez, se defendió de un ataque con arma blanca y con una regla de albañil (hierro) ultimó a Díaz, “sin intención de matar”. De todas maneras fue condenado a 13 años de prisión en 2012.
En julio de 2021 y con apenas un año y ocho meses en el régimen de libertad condicional, volvió a matar a otro hombre y al que también lo consideró “un amigo”.