El autoconocimiento es una de las habilidades emocionales que deberíamos trabajar en nosotros, pero ¿para qué nos sirve conocernos?
El autoconocimiento nos ayuda a saber de nosotros, qué sentimos, qué nos gusta, qué nos motiva, qué nos molesta, hasta dónde va nuestra tolerancia, qué estamos dispuestos a sacrificar por algún objetivo y qué no. Conocernos es necesario para poder relacionarnos sanamente con nosotros y con otros.
Se me ocurren imágenes de la vida cotidiana donde al relacionarnos con otros necesitamos conocer nuestros límites, nuestra tolerancia porque si no comienzan los conflictos, y un conocimiento de nuestras emociones y sentimientos nos ayudan a entendernos y a ser compasivos con el otro.
Poder reconocer en nosotros las emociones es el paso para saber que sentimos, permitirnos sentir enojo, tristeza, miedo, nos va a ayudar a reconocer esas emociones y poder ponerle un nombre y saber que puedo hacer para que no generen problemas en mis relaciones, necesitamos dejar de reprimir lo que sentimos para reconocernos seres integrales y no perfectos!!
Poder vernos tal y cual somos, sin adornos o filtros, es difícil al principio pero muy liberador cuando lo conseguimos, es un entrenamiento, porque en vez de analizar que me hizo el otro para que me enoje tanto? , la pregunta cambia y podría ser… que voy a hacer con este enojo en mí.
Y ahí cuando podemos ver que genera esa situación en mí, porque siempre recaemos en esas mismas relaciones tóxicas por ejemplo, nos empezamos a dar cuenta que el problema está en nosotros, pero lo bueno es que también en nosotros está la solución.
Observarnos es una de las formas que tenemos para conocernos, en nuestra sociedad hoy todo nos lleva afuera, todo es colorido y divertido, viendo vidas ideales y gente casi perfecta sonriendo en fotos editadas al 100%.
Esas imágenes hace que nos creamos que la vida del otro es mejor que la nuestra. Pero cuando comenzamos a bucear en nosotros, nos hacemos cargo de lo que sentimos y de nuestra vida, nos damos cuenta que lo que nos muestran para consumir solo hace que miremos afuera, idealicemos la vida y nos frustremos. Pero sobre todo, ver que la vida ideal, el cuerpo ideal, la pareja ideal, la familia ideal, no existen,!! ¡¡Solo existe la vida tal y como es!!
Cuando nos conocemos aprendemos a ir a nuestro ritmo, pero para descubrir cual es tu ritmo, Tenés que parar y mirarte, siempre con amor.
Hoy te invito a que dejes todo lo que estás haciendo. Pará, solo para sentir tu corazón y en ese silencio sentí y agradecé la vida que está adentro tuyo!
Bendiciones.
Prof. Paula Vogel
Gimnasia para el Alma.
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