Un hombre identificado como José Rosembach, de 66 años, fue hallado maniatado y con signos de haber sido asesinado dentro de su vivienda, ayer en una zona de colonia ubicada a unos diez kilómetros de Puerto Rico.
Los delincuentes, que los investigadores presumen que fueron al menos dos, le robaron a la víctima su teléfono celular, dos escopetas y el automóvil, en el cual huyeron.
Por el momento, los autores del hecho cuentan con ventaja respecto a la búsqueda policial, teniendo en cuenta que el cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición y se cree que desde hace cuatro días, según precisó el médico policial.
El cadáver estaba boca abajo, y picoteado por gallinas, que convivían junto al occiso en la vivienda, además de patos y otros animales domésticos, agregó un vocero del caso.
Fueron los vecinos quienes ayer a la mañana, alrededor de las 8, se comunicaron con la policía, en virtud del olor que emanaba de la propiedad y porque además, no habían visto al dueño de casa desde hacía varios días y tampoco su vehículo.
Una vez en el lugar, los investigadores se toparon con una escena dantesca.
La escena
Los primeros en acudir a la vivienda de la víctima fueron los efectivos del Comando de la Unidad Regional-IV (con asiento en Puerto Rico). El inmueble se encuentra a un kilómetro antes del acceso a colonia Mbopicuá (a 10 kilómetros al sur de Puerto Rico) por la ruta nacional 12 y se debe ingresar a la derecha (yendo en sentido Posadas-Puerto Iguazú), poco más de mil metros.
Los vecinos le comentaron a los uniformados que no veían al hombre, quien era agricultor y vivía solo, desde hace cuatro días y que también faltaba su automóvil, un Volkswagen Gol Trend. Y a esto se sumaba que del lugar salía un olor nauseabundo. La policía encontró una de las alas de la puerta de madera abierta, encontrando el cadáver, que estaba boca abajo y maniatado con trozos de telas de jeans.
El lugar estaba todo revuelto y adentro había patos y gallinas, que picotearon el cuerpo.
El juez de Instrucción de Puerto Rico, Leonardo Manuel Balanda Gómez, ordenó una autopsia para determinar la causa fehaciente del deceso. También estuvo presente el fiscal de Instrucción, Correccional y de Menores de ese mismo Juzgado, Héctor Simon.
Otras de las medidas judiciales fue la de investigar las cámaras de seguridad cercanas (los vecinos están alejados en dicha colonia), y de algunos lugares de la ruta nacional 12 en busca de pistas o datos que permitan dar con los asesinos. Se informó a todas las jurisdicciones de la provincia acerca del automóvil sustraído.