Los primeros detalles de la autopsia realizada al cadáver hallado el domingo por la mañana en el paraje Gramado, a pocos kilómetros del casco urbano de Bernardo de Irigoyen, indicaron que la víctima fue ejecutada de dos balazos en la cabeza, además de un proyectil en una pierna, y luego su cuerpo fue quemado.
Todo indica hasta el momento, que el asesinado es un joven de 30 años, oriundo de Barracão, localidad brasileña frente a Bernardo de Irigoyen. Tal como lo adelantó ayer PRIMERA EDICIÓN, fue identificado como Ismael Lazarin Ferreira, comerciante del rubro automotriz en la frontera.
El motivo del homicidio no fue determinado aún y se tejieron varias hipótesis pero ninguna con la solidez como para resaltar un ajuste de cuentas mafioso, por ejemplo, ya que también se vinculó a Ferreira a una pelea o disputa sentimental.
Mientras los investigadores de la Unidad Regional XII intentan dilucidarlo, en suelo brasileño fueron demoradas tres personas, al menos dos de ellas fueron vistas junto a Ferreira durante la noche del sábado pasado y primeras horas del domingo.
La identidad fue obtenida por investigadores de la Dirección Homicidios de la Policía de Misiones e informada a las autoridades pertinentes tras un cotejo de información con pesquisas de la Policía Civil del vecino país.
Desde Brasil se detallaron los últimos movimientos de Ferreira, quien poseía domicilio en el barrio JD Vale Capanema en Barracão y trabajaba en un comercio de compra y venta de automotores.
Testigos lo ubicaron a bordo de su automóvil Volkswagen gris y que ingresó a un restaurant-parrilla y luego en un pub y chopería hasta las 5.30 del domingo, siempre en Barracão.
Los controles migratorios no lo registraron cruzar hacia Misiones durante las horas previas al hallazgo del cuerpo. A las 7, testigos vieron ingresar el automóvil entre las malezas en paraje Gramado y dos horas después salir del lugar sin escuchar gritos, peleas o disparos.
Un hermano de Ferreira denunció su ausencia el domingo por la tarde y señaló que el último contacto con Ismael fue a las 6 del domingo. Este registro fue telefónico y ahora los investigadores brasileños intentan determinar con quiénes estuvo antes de que su cuerpo fuera descubierto calcinado.
En la escena se secuestró un teléfono celular iPhone presumiblemente 14 o 15, en el bolsillo de la bermuda de la víctima. La pericia a este dispositivo sería clave para ampliar la labor de investigación.
Intervienen efectivos de la UR-XII y las actuaciones son informadas al juez de Instrucción de San Pedro, Ariel Belda Palomar.