En medio de la desregulación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y la lucha de productores que buscan un precio justo, el informe técnico de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO), Semáforo de Economías Regionales, marcó amarillo para la yerba mate.
Durante el 2023, la yerba mate cerró como la única economía regional de la Argentina con luz verde en el semáforo de CONINAGRO y siete meses consecutivos en alza.
De esta manera, abandonó el podio de crecimiento que es actualmente ocupado por la producción porcina y de maní.
Al tratarse del primer semáforo posdevaluación, el cambio en los precios relativos en el costo tuvieron una destacada repercusión, con una traslación más rápida que en los ingresos. Además, las exportaciones estancadas y un consumo incierto no acompañan al mercado.
Uno de los puntos señalados por CONINAGRO es que el valor de la materia prima no creció con la inflación. Antes de la devaluación de diciembre, la yerba tenía un precio de casi 60 centavos de dólar oficial y ahora está a 0,25 centavos, una diferencia difícil de recuperar sin el funcionamiento del INYM.
Respecto al consumo, el 2023 cerró con una cifra récord de ventas de yerba mate elaborada, que totalizaron 325.121.576 kilos. La yerba mate se mantuvo firme, a pesar de las dificultades climáticas y económicas y cerró el año pasado con una suba del 3,49% en ventas.