El mercado espera que para abril el dólar oficial toque los 1.000 pesos. Dada la aceleración inflacionaria y el actual ritmo devaluatorio del 2% mensual, para abril la Argentina perdería toda la ganancia en competitividad lograda en la devaluación de diciembre a 800 pesos.
Por esta razón, los analistas recomiendan cobertura. Los duales y los bonos dólar linked de corto plazo son los favoritos.
El mercado sigue desconfiando de que el equipo económico vaya a mantener el actual ritmo cambiario por mucho más tiempo. Las expectativas devaluatorias crecen de cara a las próximas semanas, con el inicio de la liquidación más fuerte por parte del agro.
En cuanto a los valores estimativos del tipo de cambio oficial, el mercado ve que para febrero, el dólar va a finalizar en 846 pesos, saltando a 896 pesos en marzo y llegando a los 1.015 pesos en abril.
Luego, el dólar continuaría su escalada, rozando los 1.500 pesos para agosto y los 1.800 pesos para diciembre.
En términos de tasa efectiva mensual, esto implica que el tipo de cambio saltaría 2,6% en febrero y que desde entonces se aceleraría el ritmo cambiario.
Para marzo, el crawling peg alcanzaría el 5% mensual y aumentaría a 13,5% mensual para abril.
Luego, se mantendría en niveles de entre 9% mensual y 11% mensual hasta agosto, para luego descender a niveles de entre 4,5% mensual y 7% mensual el último tramo del año.
Parte de la mayor expectativa devaluatoria se debe a que la Argentina ha perdido competitividad en las últimas semanas a causa de la aceleración en la inflación.
El salto a 800 pesos le dio al país una carga de competitividad, sin embargo, la misma no se mantuvo ya que el BCRA devaluó al 2% mensual y la inflación saltó al 25% mensual. De esta manera, el tipo de cambio real se desplomó.
Según los analistas de Grupo SBS, el TCR podría perder para abril toda la competitividad ganada en la devaluación de diciembre.
Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, agregó que para normalizar totalmente las cuentas externas, el Gobierno deberá comenzar a converger hacia un esquema cambiario sin restricciones.
“Un tema clave a monitorear es la rápida apreciación del tipo de cambio real oficial. Con un ritmo cambiario muy bajo con relación a la inflación de los próximos meses, llevarían a perder la competitividad de la devaluación de diciembre para el mes de abril”, anticipó.
Agustín Helou, trader de Portfolio Investments, sostuvo que hacia adelante existen tres escenarios posibles.
El primero es acelerar el crawling peg desde ahora y mantenerlo. Otro escenario es el de aumentar el ritmo cambiario para en junio hacer otro salto cambiario y unificar.
La tercera posibilidad que ve Helou es la de llevar a cabo un salto cambiario temprano (en marzo o abril) y luego unificar.
“Donde veo más posibilidades es en el crawling o en el salto en junio. Eso dependerá un poco de la cosecha. Si es una muy buena campaña, imagino el escenario de salto cambiario seria en junio y si es una campaña normal (o mala) seguirá el cepo y habrá más crawling”, comentó. En un contexto de restricciones cambiarias y de aceleración nominal, los inversores buscan activos para posicionarse y cuidar su capital.
El desafío radica en que las tasas de los bonos son extremadamente negativas en términos reales. Del mismo modo, los rendimientos en la curva dólar linked también están muy comprimidos.
Aun así, en este contexto de riesgos devaluatorios, los analistas se inclinan en el corto plazo por la deuda dólar linked.
Los analistas de Facimex Valores remarcaron que el dólar linked de abril de 2024 (TV24) se mantiene atractivo.
En ese sentido, desde la compañía consideran que el BCRA deberá pronto comenzar a acelerar el crawling peg para amortiguar la velocidad de la apreciación cambiaria, que ya viene siendo abrupta y llevó al tipo de cambio real multilateral a ubicarse algo por debajo de los niveles de mediano plazo estimados como adecuados en el último acuerdo técnico con el FMI (que analizamos en profundidad en este Informe Especial).
“Esperamos que esto favorezca al TV24. Creemos que es el instrumento mejor posicionado en nuestras proyecciones de retorno total, con un desempeño lógicamente condicionado a que se cumplan estas proyecciones”, dijeron.
Por otro lado, advirtieron que “si bien el instrumento podría perder carry si el BCRA finalmente no acelera la tasa de devaluación como esperamos, esto podría ser amortiguado por una compresión de rendimientos ante la posibilidad de que una apreciación cambiaria más pronunciada pueda generar un aumento de la demanda de cobertura cambiaria”.
Las tasas dólar linked se ubican en niveles de 10% en el tramo corto, y cayendo a terreno negativo en el tramo medio, operando entre -25% y -10%. Franco detalló que, dentro del universo de las inversiones en pesos, viene favoreciendo las estrategias en bonos dólar linked .
Según sus cálculos, las tasas siguen siendo más favorables para los bonos dólar linked que para los bonos CER.
“El carry del CER, pese a ser claramente superior al crawling peg del FX A3500, podría ser menor al esperado en el corto plazo luego de que estimaciones de alta frecuencia para enero mostraron que, ante la ausencia de ajustes significativos en precios relativos, la inflación podría incluso haber sido menor a la de diciembre”, explicó.
En cuanto a la conveniencia de posicionarse en bonos dólar linked, Franco advirtió que, la fuerte apreciación del TCR invita a no descartar otro salto cambiario en el tipo de cambio oficial de manera discreta de cara a marzo-abril.
Finalmente, Helou se inclina por los bonos duales, aunque remarcó que el contexto actual en los activos financieros luce desafiante seleccionar papeles.
“Al ser escenarios tan diferentes y los precios muy comprimidos, algo conservador seria el dual a junio (TDJ24), si es que el inversor busca asegurar cobertura. No está fácil encontrar activos a un precio atractivo que de tranquilidad como para ganar en ambos escenarios”, sostuvo.
Fuente: El Cronista