Tal vez querían sorprender a sus enamoradas con un regalo de San Valentín, pero el plan les salió mal y terminaron tras las rejas.
Esta historia insólita tiene como protagonistas a dos jóvenes, quienes fueron detenidos el 9 de febrero de 2014 por robar un osito de peluche de un comercio ubicado en la zona urbana de Leandro N. Alem.
La Policía se enteró de lo sucedido cuando a las 6.40 de ese día recibió un llamado telefónico dando cuenta^de que desconocidos destruyeron la vidriera de un local de ropas denominado “Morena Rosa”, en la esquina de la avenida San Martín y la calle San Lorenzo de esa localidad.
Al llegar a la escena del hecho, personal de la comisaría local observó a dos sujetos, quienes al notar la presencia policial intentaron darse a la fuga. Pero no llegaron lejos y tras una breve persecución fueron capturados.
Al ser identificados se estableció que los individuos eran un menor de 17 años y un joven de 21. Este último presentaba un corte en una de sus manos, presumiblemente producto de la rotura de la
vidriera.
Cuando los efectivos creían que todo se trató de un acto de vandalismo, entró en escena un objeto que cambiaría la carátula del hecho a robo: fue mientras se realizaba un rastrillaje por la zona y cuando uno de los uniformados encontró dentro de una esfera de mampostería un oso de peluche de color rosado, de un metro de altura por 40 centímetros de ancho que presentaba manchas similares a sangre y que se cree pertenecerían al mayor de los detenidos.
El oso en cuestión fue incautado por la Policía como elemento de prueba. Mientras tanto, los peritos secuestraron en el interior del local violentado un total de cinco trozos de ladrillo, con los cuales se presume ocasionaron los daños en la vidriera.
Una vez radicada la denuncia por el propietario del local, reconoció el peluche como de su propiedad, por lo que le fue restituido.
“La familia peluche”
El ya de por sí insólito caso siguió dando que hablar dos días después, cuando el padre de uno de los sospechosos detenidos realizó una exposición policial donde solicitaba que se cite a los vecinos del barrio donde residían (Kilómetro 40 de Alem) para que le dejen de decir “la familia Peluche”.