Según un reciente informe de Copernicus, el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, el año 2023 quedará marcado en la historia como un punto de inflexión alarmante en la crisis climática. Por primera vez desde que se llevan registros, el planeta experimentó un calentamiento global que superó los 1,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.
Este hito, que supera las metas establecidas en el Acuerdo de París, es una advertencia clara de que el cambio climático está avanzando a un ritmo preocupante.
Los expertos han alertado sobre las consecuencias devastadoras de este aumento de temperatura. Se espera que eventos climáticos extremos como huracanes, sequías e inundaciones sean más frecuentes e intensos. Además, la pérdida de biodiversidad y el aumento del nivel del mar amenazan a comunidades enteras y ecosistemas frágiles en todo el mundo.
“Es una señal muy importante y desastrosa”, sostuvo Johan Rockström, del Instituto de Potsdam, organismo alemán de investigación sobre el impacto del clima. En ese sentido, agregó que haber alcanzado este grado de calentamiento global es “una alerta para decir a la humanidad que nos acercamos más rápido de lo previsto al límite de 1,5 ºC”.
La urgencia de actuar ante esta crisis es más evidente que nunca. Se necesitan medidas significativas y coordinadas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del cambio climático. De lo contrario, nos enfrentamos a un futuro cada vez más incierto y peligroso para el planeta y sus habitantes.
Un aviso “brutal”
Brian Hoskins, director del Instituto Grantham sobre el cambio climático del Imperial College de Londres, apuntó que los nuevos datos consisten en “un aviso brutal sobre la urgencia de las medidas a tomar para limitar el cambio climático”.
Hoy el clima ya se sitúa alrededor de 1,2 ºC por encima de la media entre 1850-1900 y, al ritmo actual de emisiones, los expertos de la ONU prevén que existe una probabilidad del 50% de alcanzar el umbral de 1,5 ºC en el lustro de 2030-2035.
Después de un 2023 de récord, el nuevo año empezó con el mes de enero más cálido desde el inicio de los registros.
Además, enero pasado fue el octavo mes consecutivo en el que se marca un récord de calor histórico para cada uno de esos meses, señaló Copernicus.
Más allá de algunos episodios de frío y precipitaciones importantes en algunas partes del mundo, el invierno boreal fue especialmente suave en el sur de Francia, en España o en partes de Estados Unidos, Canadá, África, Medio Oriente y Asia.
“Una reducción rápida de las emisiones de gases de efecto invernadero es el único medio de frenar el aumento de las temperaturas mundiales”, apuntó Samantha Burgess, jefa adjunta del servicio de cambio climático de Copernicus.
A mediados de enero, la Organización Meteorológica Mundial y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos advirtieron que 2024 podía “fácilmente batir” el récord de calor del año precedente.
Fuente: Télam