El economista Fernando Moiguer, CEO de Moiguer Consultora de Estrategia, planteó un panorama de luces y sombras sobre el consumo en la Argentina para este año luego de los “anabólicos” infiltrados por el gobierno anterior a la economía, por la vía del atraso cambiario y de la permanencia de los subsidios a costa de un déficit fiscal creciente.
En diálogo con Infobae, Moiguer describió con precisión cómo la devaluación del tipo de cambio oficial -en agosto y sobre todo en diciembre-, el sinceramiento de los precios relativos y la creciente recesión ya comenzaron a afectar al consumo en los diferentes segmentos de la sociedad. Nadie quedó a salvo, aunque por supuesto no en la misma proporción.
¿El panorama 2024?: arrancó con una oscuridad inicial que puede dar paso en unos meses a cierta claridad y, por lo tanto, exhibir un leve repunte en el poder de compra, aunque punta a punta el consumo exhiba una caída este año frente al 2023.
Mientras prepara un nuevo informe, el experto que cuenta con más de 30 años de trayectoria en el mercado latinoamericano indicó que “todos los niveles socioeconómicos han restringido sus ingresos; ha caído el salario real en el último mes más de un 10%. Y obviamente esto afecta a cada nivel social de determinada forma, pero lo que ocurrió es que hay una sensación muy fuerte de que cada uno tiene que dejar de consumir algo”.
“Nosotros venimos de un año como el 2023 en el que la gente, pese a las restricciones de ingresos, sentía que la platita la tenía que gastar rápido, ya que el incremento de la inflación le indicaba que si no la gastaba no servía: la consigna era comprar lo que sea, porque después va a ser peor”, afirmó.
En cambio, explicó, “ahora tenemos un fuerte incremento de inflación y la sensación es que no va a alcanzar para llegar a fin de mes y hay que cuidar la plata. Este es un cambio fenomenal y esto pasó en menos de 60 días”.
El economista precisó que “si se quiere identificar en qué cada segmento restringe sus consumos, encontramos un promedio de 6 rubros en los cuales todos los niveles dejaron de consumir”.
“El nivel que más dejó de consumir es la clase media y los seis consumos que se destacan son que cambió la forma de comprar productos para el hogar; básicamente empezó a comprar lo que nosotros llamamos marcas blancas, de supermercados y esto es el 60% de los hogares, llegando casi al 70% en la clase media. Compran marcas y en algunos supermercados, los más cercanos, los más de cadenas, con superficies más pequeñas, llega al 30% el total de lo que venden en esos supermercados”, indicó.
“En cuanto al segundo rubro, dejan de comprar carne y de hacer asados; esto llega casi al 50%. El tercer rubro, dejan de ir a comer afuera, esto llega en el 30% de los hogares y supera el 40% de la clase media. El cuarto rubro, donde baja es en las plataformas de entretenimiento y esto llega a la cuarta parte de los hogares. El quinto rubro: se deja de usar el auto o la moto; esto llega también a la cuarta parte, pero supera el tercio en los hogares de clase media. Y el sexto rubro, deja de ir a tomar un café; esto llega también a un tercio en la clase media”.
En términos generales, Moiguer afirmó, “la sensación de futuro viene descendiendo todo el tiempo, pero es positiva. La gente ve una realidad hoy muy negativa, pero siente y tiene una esperanza importante de corto plazo que esto va a mejorar”.
Al respecto, aclaró que “la inflación no va a bajar; puede bajar de los niveles del 25% mensual, pero es difícil que baje del 15 en los próximos tres o cuatro meses; por lo tanto, el consumo no va a crecer, al contrario, va a bajar, porque el salario real está cayendo, algo que no ocurría el año pasado”.
“Por distintos formatos reales y anabólicos el consumo se mantuvo el año pasado. Ahora va a bajar porque la gente cambió, la gente está en modo restricción y está diciendo ‘no me va a alcanzar’, con lo cual dejo de consumir”, advirtió.
En este contexto, opinó, “sin ninguna duda el lanzamiento del plan Cuota simple va a alimentar algo el consumo, porque la expectativa de inflación es muy alta; en el imaginario claramente está puesto arriba cerca al 20, con lo cual el plan de 3 y 6 cuotas que está alrededor del 20 y el 40% para ambos va a ser un anabólico importante para consumir”.
“La gente va a comprar en la medida que sienta que puede pagar la cuota al margen del precio; sin ninguna duda este va a ser un paliativo importante de la restricción de consumo”, afirmó.
En una entrevista con el programa de Jorge Lanata en radio Mitre, el consultor agregó datos del estudio de humor social que realiza Moiguer Consultora de Estrategia desde hace más de 20 años y que su titular sinterizó en diálogo con Infobae.
“Hay un producto que es furor, en una marca que hace muchos años vendía para los jóvenes las papas fritas que se consumían en los 90 importadas, que después no se pudieron consumir, y hoy rompe stock vendiendo nachos con guacamole. Es decir no es que pasamos a un consumo que me restrinjo y como solo arroz -que en muchos sectores ocurre-, sino que busco quién me brinda eso que quiero consumir en una lógica de precio que puedo comprar”, detalló el experto.
Moiguer agregó que “el estilo de vida ya se resignó, estamos en modo restrictivo, si se consume el ‘canuto’, la clase media está diciendo: aguanto un poquito esperando que esto cambie. Por eso la clase media define el humor social y estos datos son mucho más fuertes en Capital y en provincia de Buenos Aires. El interior tiene la misma sensación en el mismo sentido, pero algo más aliviado, tiene más relax en este punto. El presupuesto de todos ha caído: más de la mitad de la gente, el 55% en toda la sociedad, que está en modo ‘restrinjo y consumo canuto esperando que esto rápidamente cambie’. Si esto cambia, va aliviar, y si no cambia te va a poner tenso”, señaló el analista.
Fuente: Agencias de Noticias y Medios Digitales