El balance hasta hoy deja un resultado claro: fuerte deterioro del nivel de vida de los argentinos que se va a manifestar en un crecimiento brutal de la pobreza. Con la inercia que dejó el Gobierno anterior y las medidas adoptadas por el actual, solamente en el primer trimestre el flagelo habrá alcanzado a más del 50% de la población.
No hay a la vista elementos para acreditarle al Gobierno alguna lógica en su plan para moderar la inflación y lo que ya no es aparente, sino evidente, es que la esencia del programa pasa por moderar el índice de precios a partir de deprimir el consumo.
Primero fue Sergio Massa el que devaluó la moneda dando lugar a una escalada inflacionaria. Luego fue el Gobierno de Javier Milei el que siguió ese camino, con idéntico resultado confirmado. En ambos casos los fuertes procesos inflacionarios se devoraron las devaluaciones y lo peor es que se advierte que en marzo o abril habrá que volver por ese sendero y no queda margen para imaginar que el resultado pueda ser distinto.
Al igual que la “casta” a la que se cansó de denunciar y con la que terminó pactando, Milei va corriendo las expectativas de moderación de la crisis. Comenzó afirmando que se produciría en los siguientes meses para rectificar y hablar ahora de al menos de dieciocho meses.
Quizás el diagnóstico era el correcto, pero las medidas distan mucho de serlo. Otro claro ejemplo de ello, más allá del planteo macroeconómico inicial de esta columna, es lo que sucede con los jubilados, histórico ejes de las plataformas de campaña política y seguras víctimas al final de cada administración.
Las jubilaciones tendrán en tres meses una caída histórica que rozará el 35% porque recién en marzo tendrán un aumento respecto del valor de diciembre, período en el que la inflación estará cerca del 80%, mientras que en el medio tendrán una suba del 25%. Las contradicciones del plan son claras, juegan con mucha fuerza a favor de la inflación para licuar salarios y jubilaciones.
Lo más probable entonces es que mientras sigan hablando de medidas para bajar la inflación, la crisis se ensanche, al igual que la pobreza.