En un modus operandi similar al denunciado por el intendente obereño Pablo Hassan en la Capital del Monte, el Grupo Z avanza en Posadas con una drástica disminución de frecuencias que empezó afectando primero a los barrios populares periféricos y ahora tiene de rehenes a los usuarios de la terminal de transferencia de la UNaM y a quienes deben trasladarse a Garupá y Candelaria.
Por estas horas son muy escasos los colectivos que conectan la mencionada estación con el centro de Posadas, por lo que los ciudadanos deben tomar previsiones y salir de casa hasta con horas de anticipación para realizar sus trámites y actividades en la capital provincial.
Al mismo tiempo, usuarios denuncian también un drástico recorte de las unidades que conectan de forma directa el microcentro posadeño con Garupá y Candelaria.
Y todo ello, como suele ser habitual en la prestataria, en medio del más absoluto hermetismo y ausencia de aviso o explicaciones de parte de la concesionaria.
“Hasta los inspectores dicen no saber qué pasa”, denunciaron usuarios a PRIMERA EDICIÓN.