La larga espera. La ansiedad de ver que el transporte no llega y el horario de ingreso al trabajo se acerca. El tener que entrar a Facebook o a Whatsapp para preguntar si alguien sabe algo y puede dar alguna respuesta. La sensación de estar viviendo un deja vu, a la par que la incertidumbre empieza a dar lugar a la desesperación. Atravesar por todas estas sensaciones antes de llegar a la etapa final de la resignación y empezar a buscar a alternativas, mientras se da el aviso de lo que ya es inevitable: “Hoy llego tarde, el colectivo no pasó”.
Es que nuevamente, los usuarios del servicio urbano de Oberá se enteraron en las paradas que el Grupo Z decidió recortar líneas y frecuencias y trabajar como si fuera un domingo o feriado.No es la primera vez que la empresa recurre a esta maniobra. En el pasado lo hizo para presionar por mayores subsidios o tarifa. Pero la particularidad esta vez, es que lo hizo a seis días de haber sido beneficiada con un “boletazo” de hasta el 70% en el valor del pasaje, siendo este incremento el segundo que recibió la firma en menos de un mes.
Como ocurrió en episodios similares, el Municipio hizo silencio ante la maniobra empresarial y no se pronunció al respecto, pese a ser el organismo de control, a través del área de Movilidad Urbana. Por ese motivo, la Defensoría del Pueblo de la ciudad presentará un escrito para solicitar explicaciones al Poder Ejecutivo y Legislativo sobre lo ocurrido.
“Vamos a hacer un pedido formal acerca de la información al área de movilidad urbana, pero también a los concejales porque ellos aprobaron el aumento (en el pasaje), pero con la condición de garantizar el servicio, cosa que no está pasando”, indicó a este Diario, Luciana Barella, defensora adjunta del Pueblo.
De acuerdo a lo que explicaron fuentes a PRIMERA EDICIÓN, ayer el Grupo Z solo dejó quince líneas funcionando y los colectivos empezaron a circular recién a las 7. Todos los que necesitaron del servicio antes de esa hora, tuvieron que arreglárselas por su cuenta.
En ese contexto, una usuaria del barrio Cien Hectáreas contó a este medio que debió gastar $3.500 para ir hasta el centro por la falta de colectivos.
Ante la falta de certezas acerca de cuánto tiempo puede durar la medida, trabajadores que ingresan temprano temen empezar a sufrir recortes salariales por llegar tarde a sus trabajos. En una situación similar se encuentran enfermeros/as del Hospital SAMIC de la ciudad, quienes utilizan el colectivo para llegar a horario a cumplir sus funciones laborales.
Corte intermedio y cansancio social
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, el último tiempo se hizo costumbre en Oberá el denominado “corte intermedio” donde el servicio se interrumpe entre las 9 y las 11, dejando solo operativas las líneas del hospital.
En este contexto, un grupo de vecinos se encuentra organizando una manifestación para reclamar por los recortes, el “boletazo” y otras cuestiones que hacen al servicio del transporte de esta ciudad.
Es que muchos de los reclamos que hicieron los usuarios en la última audiencia pública, no fueron contemplados por el Concejo Deliberante a la hora de autorizar el incremento en el precio del pasaje la semana pasada.