Usuarios del servicio de transporte público de pasajeros en esta ciudad se autoconvocaron ayer bajo la consigna “no más boletazos”. Reclamaron que se suspendan los aumentos en las tarifas del cuestionado servicio que se ofrece tanto en la modalidad urbana como metropolitana.
Fueron dos las manifestaciones que tuvieron lugar ayer en las inmediaciones de la estación de transferencia de Quaranta, frente a la terminal de ómnibus posadeña. Ambas se realizaron en simultáneo al mediodía, en plena hora pico, pero sin interrumpir el tránsito.
Uno de los grupos apuntó a la queja como usuarios y el otro, en cambio, contó con presencia de artistas, estudiantes, docentes, profesores y ciudadanos en general que marcharon en contra de la Ley Ómnibus y el Decreto de Necesidad y Urgencia del Gobierno nacional (ver recuadro). Este último sector, con una veintena de personas, usó prendas de color negro y realizó una marcha en silencio con carteles, que incluyó paradas en los puntos de salidas de los colectivos para mostrar los mensajes.
Muchos de ellos estuvieron direccionados a una de las caras más visibles de la concesionaria del transporte público.
Frente de lucha
La columna de usuarios optó por repartir volantes y por realizar una “radio abierta”, donde exigieron también mejoras en el servicio urbano.
La actividad de este grupo, compuesto por jóvenes, miembros de ATE y del Partido Obrero, empezó a gestarse el jueves de la semana pasada luego de lo que fue la audiencia pública por la readecuación tarifaria del transporte público.
En ese momento, tras finalizar la misma, un grupo de vecinos quedó reunido en las afueras del zoom del Jardín Botánico y decidieron formar el “Frente de Lucha contra el Boletazo”.
“Lo que buscamos es difundir las intenciones del Municipio y de la empresa Grupo Z de llevar el pasaje a 1.200 pesos, como lo manifestaron en la audiencia pública”, indicó a PRIMERA EDICIÓN, Florencia Aguirre, integrante del movimiento.
Posteriormente, señaló que decidieron organizarse en asamblea para “plantear medidas de lucha contra este nuevo boletazo que están planteando desde los funcionarios hasta los empresarios”.
Momentos de tensión
En la jornada de ayer se vivieron momentos de tensión cuando el “Frente de Lucha contra el Boletazo” intentó repartir los volantes y seguir con la radio abierta frente a los molinetes de ingreso a la terminal de transferencia. En ese tiempo, un policía y un representante de las empresas del Grupo Z les impidieron hacerlo.
“Nos dijeron que era propiedad privada y que no podíamos estar ahí”, expresó Aguirre, quien aclaró que “en ningún momento” obstruyeron la circulación.
Pasos a seguir
Tras la intervención, el frente de lucha volverá a realizar una asamblea mañana en la plaza San Martín donde decidirán los pasos a seguir.
“La idea es que no ocurra ningún aumento más”, reiteró Florencia Aguirre.
Artistas denunciaron el desfinanciamiento de la cultura
Los artistas también llevaron sus reclamos ayer frente a la estación de transferencia Quaranta y denunciaron que el Gobierno nacional está “desfinanciando a la cultura”.
La convocatoria fue para “decirle no” a la Ley Ómnibus y al DNU del presidente Javier Milei, donde, entre otras cosas, se elimina el Instituto Nacional del Teatro (INT).
“Estamos vestidos de negro porque estamos de luto”, indicó una de las presentes.
Entre los cuestionamientos, indicaron que las propuestas del Gobierno nacional eliminan también el Fondo Nacional de las Artes (FNA), además del desfinanciamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional de la Música (INAMU), la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) y el Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA).
Cacerolazo cultural
Por todo lo anterior, los artistas reunidos ayer confirmaron que se sumarán al “cacelorazo cultural” previsto para mañana en más de 40 ciudades todo el país.
La jornada de protesta en Posadas se realizará a las 18 hs en la plaza 9 de Julio.
Según denunció en un comunicado el colectivo Unidxs por la Cultura, las políticas de Javier Milei atentan contra la fuente de ingresos de “cerca de 600 mil trabajadoras y trabajadores, la soberanía cultural y la libertad de expresión”.