Llegan las fiestas y comienza la algarabía, las velas encendidas y los olores fuertes, estos cambios en el entorno provocan ansiedad en tus peludos porque sus oídos y su olfato son mucho más sensibles que los nuestros.
Ya en notas anteriores leíste sobre la necesidad de observar la actitud y el comportamiento de tu perro para detectar si se encuentra aterrorizado:
- Orejas caídas
- Cola baja
- Comisuras de la boca hacia abajo
- Tiembla
- Bosteza
- Se relame
- Está inapetente
Hoy vas a leer acerca de esos otros cambios que tienen que ver con la celebración en sí y que también constituyen un componente de riesgo para tu perro:
• No le des a tu perro restos de dulces de la mesa de Navidad. El chocolate y las pasas son tóxicos para ellos.
• Cuidado con los envoltorios y las cintas de regalos, pueden atascarse en el estómago y/o intestinos.
• Coloca el árbol en un lugar adecuado. Si tenés un perro anciano en casa debes saber que puede estar con la visión disminuida.
• Los perros son curiosos, y más aun de cachorros, la iluminación del árbol de Navidad debe estar fuera de su alcance.
• Coloca las velas donde no puedan ser derribadas fácilmente al mover la cola y nunca lo dejes desatendido en una habitación con velas naturales.
• Cuidado con las flores naturales como los jacintos, las amarilis, las poinsettias y las rosas de Navidad son venenosas para los perros.
¡Que la nochebuena y la Feliz Navidad la tengamos todos!
Colabora
Laura Kuperman
Educadora Canina.
376 4-636-551