Las altas temperaturas comenzaron a hacerse sentir y todo indica que el calor no dará mucha tregua durante los próximos meses. Así como las personas sufren las incomodidades que generan estas condiciones, los animales también padecen malestares si no se toman los recaudos necesarios y se los expone al sol en horarios inadecuados.
En general, tanto para los perros como para los gatos son bienvenidos los hábitos que los humanos implementan en épocas calurosas: beber agua fresca, mojarse y permanecer en ambientes con una temperatura óptima, según explicaba el verano pasado en la FM de las Misiones el presidente del Consejo Profesional de Médicos Veterinarios, Pablo Castillo.
“Tanto las altas como las bajas temperaturas afectan a las mascotas, y en situaciones extremas puede llegar a darles un golpe de calor que luego derive en secuelas severas o incluso la muerte”.
Explicó que los animales “tienen más resistencia a las condiciones ambientales”, pero si se exponen a temperaturas altas sin tener a disposición sombra, agua y ventilación las consecuencias no tardarán en surgir.
Aclaró que un golpe de calor que requiere asistencia veterinaria inmediata se caracteriza por un “estado de shock en el animal, no se levantan ni responden y algunos pueden llegar a convulsionar”.
Aconsejó que en esos casos hay que envolverlos con una toalla mojada y llevarlos de urgencia con un especialista.
Este caso se diferencia de una situación en la que el perro o gato simplemente tiene calor y comienza a jadear: “En ese momento se los puede mojar, dar agua, poner ventilación y no tardarán en volver a la normalidad”.
“Ellos transpiran por la lengua porque no tienen glándulas sudoríparas en la piel. El jadeo es justamente eso y por eso babean tanto o transpiran por las almohadillas plantales. Quizás los notemos más agitados y jadeantes en estos días calurosos, pero hay que proveerles de agua y ventilación”, explicó Castillo.
Consejos para cuidar a las mascotas ante las altas temperaturas
El especialista indicó prestar especial atención a los animales de pelo corto blanco o albinos, ya que tienen mayor predisposición a verse afectados por el sol “y a la larga pueden adquirir un cáncer”.
Otro punto fundamental es no sacarlos a pasear en horarios en los que la temperatura aumenta notablemente. Incluso es preferible hacerlo por la tarde cuando el calor merma y el suelo se enfría, para evitar que sus almohadillas plantales se dañen. Explicó que lo mismo ocurre en la playa donde hay arena, porque sus patas no soportan una superficie muy caliente.
Dejar a las mascotas en un ambiente con ventilación o incluso el aire acondicionado prendido es una buena opción. “La temperatura del aire no debe estar por debajo de los 24°, porque el frío también puede ocasionarles problemas respiratorios”, aconsejó Pablo Castillo.
Muchos dueños o tutores de perros y gatos deciden poner cubos de hielo en el recipiente con agua del que beben los animales, y esta es otra recomendación positiva. Siempre deben tener agua a disposición y hay que estar atentos a renovarla cuando lo necesiten.
En resumen, el médico veterinario explicó que los hábitos a los que recurrimos los humanos para aplacar el calor son similares a los que debe acceder el animal para evitar complicaciones en estos contextos.