A simple vista, no queda nada de aquel chico de Apóstoles que salió a vender pan casero para poder comprarse el pasaje a Buenos Aires en el exitoso estilista Miguel Ángel Cavallero que brilla en Ecuador. Pero las apariencias engañan.
El misionero Miguel Ángel Cavallero se fue del país hace ya 18 años. Nació en San Juan de la Sierra, Fachinal, pero su familia se mudó a Apóstoles poco después por lo que pasó toda su infancia y adolescencia en esa localidad. En Ecuador, Cavallero es un estilista de renombre nacional y dueño de su propia marca “CAVA” que se proyecta en el estudio de belleza, productos de estética, la escuela de capacitación y actualización.
Pese a su exitosa carrera profesional, el misionero no olvidó su humilde origen y las dificultades que debió pasar hasta conseguir su primer trabajo en el rubro. Con el objetivo de ayudar a generar fuentes de trabajo, nació la idea de crear la Fundación Cava.
“A mí me fue muy difícil conseguir trabajo en Argentina y por eso decidí migrar hace ya 18 años. Viendo todas las necesidades que usualmente pasan las mujeres, especialmente las que yo veía en mi casa, mi mamá, madre de seis hijos, mi papá trabajaba (y sigue haciéndolo porque este año se jubila). Hoy en día buscamos darle una oportunidad a aquellas mujeres que han sido víctimas de violencia de género y son madres jefas de hogar”, contó en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
“Quiero llevar este proyecto a mi país”
Según contó, el proyecto comenzó hace cinco años con el respaldo de Naciones Unidas (ONU), “comenzamos a charlar con José Merino, que actualmente reside en Roma pero que en ese momento trabajaba en Naciones Unidas Ecuador, para llevar adelante una fundación que capacite a mujeres en el área de peluquerías… yo soy estilista, peluquero y dueño de la marca CAVA (por mi apellido). La Fundación fue creada finalmente el año pasado y estamos graduando al primer grupo de 14 mujeres que lanzamos como un plan piloto este año. El proyecto para el año que viene es ampliar el proyecto de la mano de ONU Mujeres a otros países y la idea que yo planteé es volver a casa y poder hacerlo en mi país”.
Se puede decir que Miguel Ángel lleva el estilismo “en la sangre”. Sus recuerdos así lo demuestran; “tengo tres hermanas y dos hermanos… me crié prácticamente con mis tres hermanas, íbamos a la escuela y me acuerdo que íbamos a la mañana y yo les peinaba porque cuando las veía les decía que no tenían el peinado adecuado. Tenía 7 u 8 años y les arreglaba el cabello antes de ir a la escuela. Creo que esos fueron mis comienzos”, recordó.
Después comenzó a trabajar como asistente de peluquería, justo la carrera que hoy enseña a las mujeres víctimas de violencia de Ecuador para ayudarles a salir adelante.
Vendió pan para pagarse el pasaje a Buenos Aires
De aquella época, recordó que “como todo provinciano, viajé a los 16 a Buenos Aires con muchas expectativas y cuando llegué me pegué muy duro… es una ciudad de una magnitud increíble que se mueve a un ritmo que no era ni de cerca a lo que yo me imaginaba por ese entonces. Es una ciudad que quizás no es tan cálida como nuestro pueblo, en Misiones, donde nos conocemos casi todos y siempre hay alguien dispuesto a darte una mano, pero también me encontré con gente que me ayudó porque cuando llegás a conocer a los porteños te llevás muy bien con ellos y son como familia”.
Para poder juntar para el pasaje para viajar a Buenos Aires “hacía pan casero y les vendía a mis vecinos, así recaudé para comprarme para mi primer pasaje de colectivo con la idea de ir a Buenos Aires, conseguir trabajo y salir adelante. Cuando llegué a una peluquería, de muy caradura, le dije que era estilista y el dueño de la peluquería del barrio de La Boca- Mario Díaz- me hizo una prueba que obviamente fue un fracaso total… pero creo que le di lástima y me ofreció trabajo para el área de limpieza y asistencia. Por eso digo que siempre uno encuentra una mano amiga que te ayuda y te permite saltar al siguiente nivel porque ahí aprendí muchísimo de la mano de grandes maestros, me encontré con coloristas con una carrera enorme que me enseñaron un montón de cosas que hoy en día las sigo poniendo en práctica”.
Capacitación e inserción laboral de mujeres víctimas de violencia
El plan piloto de la Fundación CAVA y Naciones Unidas arrancó a mediados de 2023, junto a la Municipalidad de Quito y otros municipios “porque estas mujeres necesitan ayuda previa y contención psicológica, usualmente pasan en una casa hogar donde reciben ayuda psicológica y económica durante seis meses porque casi todas tienen hijos a su cargo. Cuando llega la hora de salir adelante y ya están preparadas emocionalmente para hacerlo es donde entramos nosotros con la capacitación en peluquería, dándoles un título avalado por el Ministerio de Trabajo y respaldado por Naciones Unidas que les permite trabajar dentro de la marca CAVA o bien trabajar con peluquerías asociadas”, detalló.
Según indicó, “ahora ellas ya egresaron, comenzarán a trabajar y a tener sus propios ingresos. La verdad es que el agradecimiento que ellas transmiten con sus palabras es muy profundo… nos agradecen llorando, me emociono tan solo de contarlo porque me conmueve, siento que estamos de paso en este mundo y lo que podemos hacer para mejorar la calidad de vida de quienes nos rodean es grandioso. Venimos a este mundo a evolucionar”.

Miguel Ángel estaba viviendo “entre Miami y Quito” cuando comenzó el proyecto, “en su momento no entendía por qué la vida me estaba trayendo nuevamente a Ecuador… pero cuando hicimos la inauguración de ese primer curso, hace pocos meses, sentí que ese era el propósito de Dios y por eso me devolvió a Ecuador para ahora poder ampliar el proyecto a Argentina a través de Naciones Unidas”, confió emocionado.
Como Argentina es mucho más grande que Ecuador, admitió que “será un reto muy importante y me gustaría mucho empezar en Misiones y después seguir por Buenos Aires”.
Mujeres de éxito
El estilista indicó que “es la primera escuela de formación dirigida a mujeres víctimas de violencia de género en la región… no sé si hay un proyecto similar en otro continente, por eso a Naciones Unidas le llama mucho la atención este proyecto porque tiene una salida laboral, no se queda en el curso o capacitación, porque nosotros le hacemos la inserción laboral y el seguimiento para que puedan ser mujeres de éxito”.
Según anticipó Cavallero “para el 8 de marzo del año que viene tenemos previsto hacer una cena de gala a beneficio en la casa del embajador argentino con el respaldo de la Embajada de nuestro país en Ecuador”.