La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es la tercera causa de muerte en el mundo, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. Si la ubicamos en Argentina, tiene una tasa de mortalidad del 22% en la población mayor a 40 años, según los últimos datos oficiales (1980-2014).
A su vez, su prevalencia en el país abarca al 14,5% de la población mayor de 40 años y a más del 94,4% de mayores de 50 años, principalmente a fumadores de tabaco o cigarrillos.
En el marco del Día Mundial del EPOC, que se recuerda este miércoles y cada tercer miércoles de noviembre, es necesario poner en agenda los serios problemas a la salud, incluso la muerte, que esta afección respiratoria crónica puede traer, pero que también se puede tratar y, la persona que la padece, puede sobrellevar su vida saludablemente.
Sergio Zunino, médico especialista en medicina interna y neumonología de la UBA MN 88737, explicó a la radio de PRIMERA EDICIÓN que “es una enfermedad sumamente prevalente, es crónica, pero de acuerdo a cómo nos expongamos a ambientes nocivos, va a ser progresiva o no”.
“No es una enfermedad que se cura sino que se puede tratar sintomáticamente, por eso está la gran estrategia de tratar de prevenir su aparición o tomarla en los estadíos más importantes que son los principales, cuando empiezan a aparecer los síntomas”, resaltó Zunino.
Síntomas y diagnóstico fuera de término
Entre los síntomas en las personas con EPOC, están: la tos crónica (con flema en algunos casos), la falta de aire luego de hacer una caminata poco más de lo habitual o no, la silvancia del pecho, la opresión del pecho, la falta de energía o tener infecciones respiratorias frecuentes.
Sobre ello, Zunino agregó que “las personas dicen ‘es lo normal, como fumo, es la tos del cigarrillo’, pero no es normal que una persona tosa, no es normal que una persona tenga limitada su capacidad para realizar las tareas habituales, y tampoco es habitual que tenga silbidos en el pecho y tenga un impacto en sus actividades en la vida diaria”, advirtió.
Todo lo dicho, “tiene que ser una señal de alarma para que se acerquen al entorno sanitario”, dijo.
Asimismo, explicó el médico que “estos pacientes no solamente suelen tener Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), tienen enfermedad cardiovascular y otras comorbilidades”.
Fumador y fumador pasivo
Los datos sobre el EPOC en la Argentina hablan de que más del 70% de las personas con EPOC son o fueron en algún momento fumadores, pero no son las únicas: están los fumadores pasivos.
Al respecto, Zunino contó que “los tabaquistas son los principales exponentes del desarrollo de esta enfermad, pero a veces sin fumar de forma directa, un conviviente luego de muchos de estar en un ambiente cargado de humo de cigarrillo o tabaco en ambientes cerrados, pueden desarrollar la afección respiratoria crónica”, alertó. Añadió que “algunas personas que fuman mucho tiempo no desarrollan EPOC porque tienen una genética especial, pero también conocemos personas de 40 años que ha fumado relativamente poco y han fallecido”.
“La exposición prolongada a ambientes nocivos es perjudicial para la salud porque desarrolla todos estos depósitos de sustancias nocivas en los bronquios y los pulmones”, resaltó.
A todo esto, se suman las cuestiones ambientales no relacionada al tabaco, “como la cocina a leña o carbón en lugares que tal vez están poco ventilados durante mucho tiempo” dijo el especialista, al igual que aquellas personas que trabajan en industrias donde se generan humos ambientales.
Tratamiento
Sobre el tratamiento, hay que partir de una base dijo Zunino. El primer consejo de los médicos a los pacientes con sintomatología es la prevención, advirtiendo a que es muy probable que desarrolle EPOC, luego averiguar las condiciones ambientales donde vive y tratar de que no se exponga más o modificar ese hábitat. “Después siempre vamos a indicar ejercicio físico, alimentación saludable y también tenemos el tratamiento farmacológico”, contó.
En tanto, aseguró que “toda persona con patología respiratoria crónica como EPOC, asma y otras, debe estar correctamente inmunizada. Tiene una predisposición especial para adquirir infecciones respiratorias de importancia (gripe, neumonía, COVID, etc.)”.
Sobre ello, explicó que “la persona que tiene EPOC debe recibir todos los años la vacuna antigripal, tiene que recibir su inmunización para la neumonía, que se llama vacuna antineumocóxica. De estas hay dos clases: una que se aplica una vez en la vida; y la otra, cada cinco años hasta los 65 y luego una vez después de cumplir los 65 años. Y obviamente que tenemos que tener la de Covid“, resumió.
“Si tenemos a los pacientes vacunados y tratados, le sacamos la exposición a lo nocivo, vamos a disminuir que estas personas tengan más prevalencia de adquirir infecciones respiratorias”, cerró.
(Publicado originalmente por PRIMERA EDICIÓN el 15 de noviembre de 2023)