Cientos de argentinos quedaron atrapados en medio del conflicto bélico entre el Estado de Israel y el movimiento palestino Hamas. En total, serían más de 700 los compatriotas que se encuentran en el país asiático, y que el Gobierno argentino trataría de repatriar en las próximas horas mediante un plan evacuación.
De esta manera, mientras muchos argentinos se preparan para regresar al país junto con sus familias, hay otros que tomaron la decisión de quedarse y combatir por la nación que les abrió las puertas y los acogió. Ese es el caso del posadeño Pablo Brambilla, quien fue reclutado por las Fuerzas de Autodefensa israelitas y que hoy se encuentra en la zona de combate.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, contó que a pesar de que sus familiares y amigos lo llamaron para que regrese, se quedará a luchar: “No quiero volver, quiero quedarme a combatir y que esto se termine cuanto antes, es algo que siento que tengo que hacer y es algo que quiero hacer“.
Si bien la región siempre está en el punto de mira por este tipo de conflictos, nadie se esperaba tal avanzada por parte de este grupo armado. “Nunca pensé que íbamos a llegar a esto, nunca pensé que me iba a pasar tampoco. Fue muy feo, estuve con miedo, pero es algo con lo que uno tiene que lidiar, no podés darte el lujo de que el miedo te consuma y quedarte con los brazos agachados, me mantuve fuerte y gracias a que tengo gente que proteger acá no dudé un segundo en que me recluten“
Al momento en que estalló el conflicto el último sábado, Pablo, quien está radicado en Israel desde hace 9 años, se encontraba en la ciudad de Ascalón (o Ashkelon por su pronunciación en hebreo), uno de los puntos más complicados dado que se encuentra a tan solo 10 minutos de la Franja de Gaza. “Pero no es algo que ocurrió solamente en un punto específico, estamos hablando de uno de los grupos terroristas más grandes que tenemos como enemigo. Tienen contacto por todos lados, y no solamente (entraron) desde ahí, también empezaron a salir gente desde adentro de la ciudad hacia afuera, y llegaron a puestos donde no pensaba que iban a llegar, como Tel Aviv o Jerusalén“
Recordó además cómo fue el momento que le notificaron que debía enlistarse en las fuerzas. “Fue una cuestión de segundos. Yo estaba en el trabajo cuando me enteré, mi oficial me llama y me dice ‘Pablo necesito que vengas urgente a un punto para reclutarte’. De ahí tuve que viajar y cuando llegué ya había una ruta entera de autos estacionados afuera, no había lugar de tanta gente que reclutaron, eran como 300 mil personas reclutadas solo en ese día, y aun así sigue llegando gente“.
Luego de presentarse, fue trasladado a la zona central del país, a 40 minutos de Ashkelon y una hora de Jerusalén. “No estoy en combate. Fui reclutado para proteger a los ciudadanos que están dentro de barrios árabes, tenemos barrios de judíos que viven cerca de barrios árabes, cosa que no se ‘arme’ de adentro hacia afuera. Entonces mientras tanto fuimos reclutados para proteger esos pequeños puntos que pueden ser críticos“, explicó.
Pablo fue muy claro con su deseo de quedarse a luchar por el país que lo acogió, aun siendo consiente de que “esto recién empieza” y que habrá que estar atentos cómo avanza el conflicto en los próximos días. “Ahora vamos a ver que quiere hacer Israel, si quiere contratacar o no sé, la verdad que ya no sabría decir que tienen pensado hacer, pero que se viene fea la cosa es un hecho“, cerró.