Los Pumas, que llegaba como favorito e incluso desde casi el vestuario jugó con un hombre de más, fue una sombra del que llegó a Francia pensando en pelear por el título. La derrota por 27-10 ante unos ingleses que dieron cátedra de cómo se juega en un Mundial. Mazazo en Marsella por el debut de ambos en la Copa.
La jugada que debía cambiar el partido se dio a los 3’, cabezazo de Tom Curry a Juan Cruz Mallía cuando éste fue a buscar una pelota aérea, y debió irse al vestuario con mucha sangre. Al ala lo amonestaron, pero el bunker TMO, decidió expulsarlo minutos después y no regresó ni pudo ser reemplazado en todo el partido.
Por ese penal, Emiliano Boffelli ya metía para el 3-0. Era para la Selección, que tenía la pelota y, dos minutos más tarde, volvía a intentar con el pie del rosarino, que esta vez erró. A los 9’ Ford apareció para igualar, también de penal. Los ingleses se adaptaron a la coyuntura y, prolijos, seguros, y con tres “drops” de George Ford, se fueron al descanso por 12-3. Insólito.
En la segunda etapa el resultado no cambió y los ingleses jugaron con la necesidad de los argentinos, que sobre el final pudieron convertir un try para evitar la vergüenza.
En la segunda fecha Los Pumas quedarán libre, por lo que Michael Cheika y los 33 jugadores tienen 13 días para revisar lo expuesto en el debut. Los ingleses están en lo más alto de la tabla de posiciones con cuatro puntos. La Argentina quedó en el fondo mientras que Samoa, Chile y Japón todavía no debutaron. La primera jornada se completará este domingo con el duelo entre nipones y trasandinos en Toulouse desde las 10 (hora argentina). Los samoanos quedaron libres.
El misionero Martín Bogado no fue de la partida ni estuvo en el banco de suplentes, se espera que en los próximos partidos pueda volver al campo. Los Pumas volverán a jugar ante Samoa el viernes 22 de septiembre a las 12.45 en Saint-Étienne.