Con dos medallas. Así se volvió la misionera Paula Rivero (16) del XIX Campeonato Panamericano Juvenil de Squash que finalizó el pasado domingo en Tortugas Country Club de Pilar, provincia de Buenos Aires.
Una de oro, tras consagrarse campeona en dobles mixto junto al marplatense Segundo Portabales; y una de bronce en la modalidad individuales. Recién llegada de tierras bonaerenses, charló con EL DEPOR sobre el balance del certamen y lo que se viene: el finde compite en el Nacional de Mayores en Salta. “Estoy totalmente orgullosa de lo logrado, fue un torneo tremendo”, aseguró.
Paula fue la representante misionera en el Panamericano y compitió en tres modalidades: individuales, dobles mixto y por equipos. Arrancó en individuales y llegó hasta semis, para asegurarse el bronce. Luego siguió en dobles mixto, con Portabales, y se subieron a lo más alto del podio. En la modalidad por equipos no pudo repetir los éxitos y Argentina finalizó en el octavo lugar.
“Fue un torneo tremendo. A ese Country había ido el año pasado por un Sudamericano de Mayores entonces conocía el lugar. Pero la experiencia de estar de vuelta y en un Panamericano es tremenda. Y también los resultados que pude obtener, tanto el oro como el bronce. Estoy totalmente orgullosa de lo logrado”, aseguró Paula a EL DEPORTIVO.
La joven jugadora debutó el primer día de competencia y jugó hasta el último, a veces con dos partidos por día. “Al llegar a las semifinales en individuales jugué cinco partidos, porque se empieza en 32avos; más el dobles mixto, que si bien empezamos a jugar en cuartos, la semi y la final se disputaron el mismo día. Fue un torneo pesado. Los siete días era estar pendiente de estar bien, comer bien, estar descansada. Se hizo largo. Pero pude resolver bien los partidos, los pude pelear y pude ganar la mayoría y con un muy buen resultado”, remarcó.
El marplatense Segundo Portabales juega el dobles con Paula y juntos sumaron un nuevo oro tras el conseguido en el Sudamericano de Trujillo, en Perú, en marzo pasado.
Comenzaron a jugar juntos en 2021 en Cartagena, Colombia y arrancaron la cosecha de medallas en 2022 con la plata en el Sudamericano de Mar del Plata y el bronce en el Panamericano de Bolivia. “Tenemos una conexión, nos entendemos mucho en la cancha. Sabemos cómo sobrellevar los problemas. Cuando él se pone nervioso yo trato de tranquilizarlo o cuando yo estoy nerviosa, él me baja un cambio. Es un trabajo en equipo y ya llevamos dos oros, uno sudamericano y otro panamericano”, indicó Paula.
En equipos hubo cuestiones de la organización que complicaron a las argentinas. La cordobesa Inés Filipelli, 2 de Argentina, cumplió 19 años el sábado pasado, por lo que varias federaciones pidieron que la retiren del equipo, a lo que la organización dio lugar.
Entonces Paula, la 1 de Argentina, compitió junto a Candela Bernard de Chaco y Catalina Tomaselli de Buenos Aires, que pasaron a ocupar el lugar 2 y 3 del equipo, respectivamente. “Nos complementamos bien las tres primeras porque somos bastante fuertes. Pero ante la bajada de Inés, que es mi compañera y amiga, subieron Candela y Catalina que la pelearon pero quizá no estaban listas”, indicó la misionera.
Al margen de los resultados, Paula tuvo la oportunidad de medirse con lo mejor del squash juvenil panamericano. “La mayoría son jugadoras que conocí a lo largo de mi carrera, en los sudamericanos, desde 2017. A las que no conozco me encargo de mirar sus partidos, para saber cómo juegan, qué hacer si me toca jugar contra ellas. A muchas de Guatemala siempre las invitan a los Sudamericanos. Por ahí a las estadounidenses y canadienses las veo solo una vez al año”, contó la jugadora.
Terminado el Panamericano, con las dos medallas para adherir a la colección, ahora Paula tiene unos días en Posadas pero mañana ya sale rumbo a Salta en busca de más medallas en el Nacional de Mayores el fin de semana. “Voy con mi familia y estaré compitiendo allá”. Los podios esperan.