La sequía provocó enormes desequilibrios en la macroeconomía nacional durante el primer semestre del año, pero donde más daño produjo fue lógicamente en el campo y en los sectores directamente relacionados.
En ese marco, se registró en el comienzo del 2023 una fuerte caída de las ventas de maquinaria agrícola y, en consecuencia, de la fabricación de los equipos. Según un informe del IERAL (Fundación Mediterránea), las consecuencias del freno de la actividad sobre el nivel de producción fabril fueron notorias.
“En lo que va del año se patentaron 130 máquinas por semana, lo que resulta 8,5% menor al registro del año previo (se habían patentado 142 por semana en el mismo período de 2022). Además, en junio hubo una caída de 21% en los patentamientos de maquinarias agrícolas”, explicaron, tomando como referencia los datos publicados por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA).
En cuanto a los implementos, la merma en las ventas para el primer trimestre del año fue de 23%, mientras que para las cosechadoras fue de 18%, encontrándose en niveles similares a los que se presentaron en 2021. “El rubro con menor disminución fue el de tractores, que cerró el primer trimestre del 2023 con ventas 4% por debajo de los registros de los primeros tres meses del 2022”, destacaron los economistas.
“Un aspecto interesante para resaltar es que solo el rubro de tractores manifestó durante el primer trimestre un nivel de ventas por encima del promedio del período entre 2017 y 2023 -aunque cayeron en comparación a 2022-. Para el resto de los sectores se registraron niveles muy por debajo de cada uno de sus promedios (un 23% menos para cosechadoras, mientras que cerca del 15% para sembradoras e implementos)”, agregaron los autores del reciente informe.
Actividad en las fábricas
La retracción de la demanda ya comenzó a impactar en los niveles de producción. Si se analizan las estadísticas del nivel de actividades de las fábricas productoras de maquinarias agrícola, se observa que en el quinto mes de este año se registró una caída interanual del 6,6% (aún no hay datos de junio).
Desde el IERAL, destacaron que, pese a la caída de mayo, los valores acumulados de producción se encuentran en el mismo nivel que en 2022, pero aclararon que esto se explica porque todavía se está cumpliendo con entregas de equipos vendidos con anterioridad.
De hecho, la desaceleración en la fabricación de máquinas, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos de (INDEC), comenzó de manera marcada en el segundo semestre de 2022, y se mantuvo durante el primer semestre del corriente año. “A medida que las ventas se fueron enfriando, con cierto rezago comenzó a notarse la disminución de actividad en las fábricas”, insistieron los economistas.
Es importante destacar que, en el contexto actual, el sector de maquinaria agrícola está entre los de mayor caída (-6,6%), teniendo en cuenta que el nivel general de la industria se encuentra cerca de 1% por encima de la que tenía en el año previo, y mientras hay al menos 10 ramas industriales características de importancia que se encuentran en niveles de producción con importante crecimiento respecto de 2022.
Agosto, un mes de inflexión
A medida que avanza el año se va afianzando cada vez más el momento del inicio del evento El Niño, y junto a esto, la probabilidad que comiencen a aumentar las precipitaciones en la mayor parte del país. Pero para esto todavía faltan algunas semanas.
Agosto es el último mes del invierno meteorológico y todavía sigue siendo un mes en el que las lluvias suelen ser escasas tanto sobre el centro como en el norte de Argentina. Sin embargo, con la aproximación del evento El Niño, esto puede empezar a cambiar progresivamente.
Sería un punto de inflexión con respecto a las precipitaciones porque podría ser el mes en el que comiencen a observase fenómenos más importantes a nivel general en todo el país. Ya en julio se observó una mejoría de las lluvias, al menos en la distribución de los eventos, que se presentaron de manera más generalizada.
Agosto muestra una tendencia similar, con lluvias más generales y próximas a los parámetros normales. Si bien es cierto que el volumen esperado no sería la solución para la escasez hídrica que padece la mayor parte del territorio nacional, podría ser el puntapié inicial para que la situación comience a mejorar sustancialmente.
Si se analiza el pronóstico realizado por nuestro modelo de confianza, el ECMWF, se ve que la tendencia de lluvias se mantiene cercana a los parámetros medios para agosto para la mayor parte de Argentina y comienzan a observarse algunos núcleos en color verde, lo que implica lluvias por encima de lo normal sobre el sur de Brasil, este de Paraguay, gran parte de Uruguay y el Litoral argentino.
En general los acumulados durante agosto no suelen ser muy abundantes, pero, especialmente hacia finales del mes pueden comenzar a mostrarse más importantes, efectivamente, suele estar asociado a los primeros eventos de magnitud de la segunda mitad del año, con la “famosa” tormenta de Santa Rosa.
Aunque este hecho en sí es un mito, no deja de ser un momento clave del año, en el que se pasa de una situación de invierno, a una característica primaveral, y esto suele estar asociado a cambios bruscos de las condiciones en las cuales las tormentas comienzan a ser protagonistas.
Fuente: Agencias de Noticias y Medios Digitales