El Gobierno de Misiones puso un freno al gasto público desde mayo, aproximadamente, y ello ha generado un crecimiento de las deudas con proveedores, constructoras y prestadores de servicio que ha comenzado a generar preocupación. Todavía es leve, pero empieza a crecer como murmullo en una administración que hace muchos años se maneja casi sin demoras ni sobresaltos.
Los motivos principales son tres: el ajuste de la Nación a las transferencias no automáticas (hay fondos y obras presupuestadas que no están llegando), la disminución de la recaudación nacional -que repercute en la coparticipación provincial- y un freno en el crecimiento que venía trayendo la recaudación de Rentas de Misiones. De hecho, la Provincia dejó de publicar los datos de su recaudación en diciembre pasado.
A diferencia del año pasado que los ingresos siempre crecían en porcentajes superiores a la inflación, este año los fondos crecen menos. Quiere decir que, en términos reales, el Estado está sufriendo una disminución de sus recursos disponibles cada mes.
Dos proveedores del Estado misionero fueron consultados y confirmaron que ya pasaron varios meses sin cobrar y nunca tuvieron demoras tan largas. Uno es proveedor de insumos del IPS y el otro asiste con mercaderías y víveres al Ministerio de Desarrollo Social. En ambos casos, la suma asciende a más de 500 millones de pesos.
Otro empresario de la construcción, consultado por PRIMERA EDICIÓN, estuvo esta semana en la oficina del presidente de un organismo insistiendo para que le paguen alrededor de 880 millones de pesos por obras realizadas, pero no tuvo ninguna solución. “Son fondos que vienen de la Nación, pero de un día para otro se cortaron. Tengo tres meses sin recibir un peso y no frené las obras. Si en agosto no recibo el pago tengo que frenar o voy a poner en riesgo mi empresa”, explicó a la salida de la oficina gubernamental.
Ninguno de los empresarios quiso dar su identidad para que se publique porque desde el Gobierno le dijeron “que aguantemos” y que “va a ser un semestre difícil pero después mejorará”.
Las deudas no solamente se generan con proveedores grandes, que tienen cierta espalda para resistir, sino que hay demoras en el pago hasta a las cooperativas de trabajo.
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Una de las cooperativas que tiene la tarea de barrer la ciudad de Posadas no recibe los pagos de sus asociados desde hace dos meses. En otro caso, donde realizan empedrado para el IPRODHA, señalaron que “se pusieron más exigentes con los requisitos, con el 322 y nos están demorando más que antes los pagos”.
En todos los organismos que manejan obras públicas, que son varios, hay caravanas de empresarios casi a diario que están pidiendo audiencia con los encargados para consultar sobre los expedientes de sus pagos. Ríos de lágrimas, lamentos, quejas se escuchan, pero nada ablanda a los que deben agilizar los trámites.
Ninguno de los consultados cree que la Provincia se quedó sin fondos porque trabajan hace años con el Estado y saben que la renovación tiene prolijidad y previsión en el manejo presupuestario. Lo que creen es que se viene un tiempo de ajustar en cinturón y hacer mucho con poco.
El viernes alrededor de las 11, un grupo de constructores se reunió con el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán, preocupados por la demora de los pagos.
Justamente Safrán fue quien blanqueó la situación en declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones cuando aseguró que la disminución de recursos está causando inconvenientes a la hora de cumplir los compromisos.
“La coparticipación, en lo que va de este año, vino complicado hasta abril, con un crecimiento por debajo de la inflación. De acuerdo a los análisis que hacíamos en la Comisión Federal de Impuestos, mucho tuvo que ver con el comportamiento del IVA aduanero. Cuando se importan bienes o servicios, se tributa IVA que se coparticipa. A partir de que hubo en los primeros meses del año importaciones bastante restringidas, hubo una caída de la recaudación del IVA aduanero, afectando seriamente a los recursos coparticipables”, explicó el titular de Hacienda de Misiones.
A su vez, “en los meses de mayo a lo que va de julio volvió ya a niveles normales, pero dejó un desfasaje de los meses anteriores”.
Sobre la reunión de constructores, PRIMERA EDICIÓN consultó a Nicolás Dei Castelli, quien señaló que “con estos niveles de inflación tan altos, se nos torna complejo a las empresas si ocurren atrasos en las cadenas de pagos. Hay muchas obras financiadas por Nación que fueron demorando los pagos y repercute en nosotros”.
Agregó: “Más aún, considerando que muchos organismos tienen mecanismos de actualización de contrato que estaban preparados para inflaciones menores al 30%. Ya que los mismos no son automáticos y los pasos administrativos son largos, con una inflación como la de hoy el tiempo es clave”.
Dijo que se reunieron con Safrán “para buscar soluciones acordes a los tiempos que estamos transcurriendo. La reunión fue muy fructífera. Seguiremos en contacto con él para manejar una agenda en común para atravesar estos momentos”.
Por último admitió que en las obras financiadas por la Provincia “también hay atrasos pero no en la totalidad”.
Menos fondos nacionales
En los primeros seis meses del año se generaron cuatro meses de caída en las transferencias de la Nación a las provincias, según el último informe de la consultora Politikon.
La sequía les generó un agujero muy grande a las cuentas fiscales, haciéndole perder miles de millones de dólares de recaudación. A ello se suman los compromisos de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que el ministro Sergio Massa debe cumplir en medio de su carrera presidencial, lo que le está obligando a recortar todo gasto que no sea imprescindible. Con esa lógica solo sobrevive el sueldo y otras prioridades de la salud pública, a seguridad y educación.
Las transferencias automáticas de recursos de origen nacional (coparticipación, leyes especiales y compensación del Consenso Fiscal) enviadas al consolidado de provincias y CABA totalizaron en el mes de junio 2023 unos $1.282.425 millones. En la comparación contra igual mes del 2022 muestran una variación nominal del 112,3% (en junio de 2022 los envíos fueron por $603.983 millones). Sin embargo, al descontar la inflación del período (proyectada en 7% según proyecciones privadas y propias), la variación real mostró una caída del 2,2%, siendo la tercera consecutiva y la cuarta en los últimos seis meses.
Al analizar los números exclusivos de la provincia de Misiones, se observa que en junio tuvo una disminución de los fondos recibidos de 2,2% real, en comparación con el mismo mes de 2022, solamente superada por CABA y Buenos Aires con 4,2%.
Y en el acumulado de los primeros seis meses del año, Misiones registró una disminución de las transferencias automáticas recibidas de la Nación por 1,8%, solamente superada por Buenos Aires que perdió -3,5%.
Pero hay otra caída y está directamente relacionada a la decisión política de reducir gastos y recortar los envíos a las provincias: en esa lógica, llegan menos fondos nacionales para obras, para programas, para convenios y menos fondos de libre disponibilidad. La mayoría de los organismos de Misiones usan fondos de recaudación provincial y fondos nacionales. Los últimos están siendo fuertemente disminuidos.
Con los resultados de base caja que publicó la Secretaría de Hacienda con datos de mayo, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) midió que “dentro del gasto primario acumulado de los primeros 5 meses del año, se observaron caídas significativas interanuales reales en las asignaciones familiares (41,5%), en los subsidios al transporte (26,6%) y transferencias corrientes a provincias (25,4%)”, estimó ese centro de estudios.
Por su parte, para la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el panorama en lo que va del año refleja que “los gastos primarios cayeron 9,9% anual en el acumulado a mayo, contracción liderada por la reducción en las asignaciones familiares (30% anual) y los subsidios a la energía (20% anual)”.
Le siguió, en orden de mayores recortes presupuestarios (27,1%), las transferencias a provincias.
“Cajas previsionales provinciales, $41.804 millones (-19,6% anual). Transferencias a Hospitales, $37.854 millones (-2,1% anual real). Asistencia financiera a provincias y municipios, $257 millones vs. $21.981 millones acumulados a mayo 2022 (-99,4% anual real)”, consideró el organismo.
Respecto a las transferencias de capital (-20,4%), hubo elementos como aquellos envíos a provincias y municipios que cayeron -2,7% anual real, y reducciones más amplias a obras de saneamiento (-21% anual) y vivienda (-18,2% anual). También fueron recortadas las destinadas a Fondos Fiduciarios (-63,5% anual). Sobresale, según OPC, la caída de las transferencias al Procrear (-89,1% anual). En el ítem de subsidios energéticos (-20%), se destacan CAMMESA (-47,6% anual).
Según Analytica, en mayo el gasto real devengado sin estacionalidad cayó $33.351 millones (-1,4%) respecto a abril mientras que en su comparación interanual, el gasto real se redujo 12,8%. Además, la consultora detalló que, si se excluyera de la cuenta el gasto en subsidios energéticos, la variación sería del 15,3%.
El estudio privado también hizo un ejercicio para medir cuál fue el ritmo de recorte del gasto que aplicó el ministro Sergio Massa desde que asumió en el Palacio de Hacienda.
“En los meses comprendidos entre agosto de 2022 y mayo de 2023, el gasto se redujo un 16% si se lo compara con el mismo período de un año atrás”, calculó Analytica.