Comenzó el tramo final del año lectivo y la educación misionera tiene por delante el desafío de profundizar los cambios que se pretenden en las aulas, para fortalecer el desempeño académico de los estudiantes en dos áreas que vienen generando problemas en las evaluaciones: lengua y matemática.
El presidente del Consejo General de Educación, Alberto Galarza, consideró que a la par del desarrollo de las clases, habrá que realizar intensas capacitaciones para hacer efectiva la educación disruptiva en las escuelas, especialmente las secundarias donde los alumnos mostraron peores resultados.
Un tema no menor, es el alto grado de normatización que tiene la educación misionera. Y Galarza admitió que llevará tiempo cambiarlas para la adaptación hacia el esquema de enseñanza que se quiere implementar.
Pero, el titular del CGE planteó un desafío para el debate: ¿hay que cambiar solo la forma de enseñar o también la forma de aprender los estudiantes? En ese plan, se avanzará hoy en una nueva etapa de formación docente que otorgue herramientas a los directivos de los establecimientos educativos, para captar el interés de los niños, niñas y adolescentes.
Queda claro que nada será de un mes para el otro. Probablemente de un año para el siguiente, donde los cambios sean visibles y sus resultados medibles en las evaluaciones. Pero no por ello, Misiones debe resignar el inicio de un cambio de metodologías.
Habrá resistencias, eso lo saben quienes conducen a la educación de la provincia. Como en todo, habrá que saber liderar el proceso para que una mayoría acompañe el objetivo de tener mejor rendimiento.