La Justicia excarceló ayer, luego de más de ocho años de detención y por caducidad de la prisión preventiva, a Rolando Emilio Lovera (38), acusado por el crimen de Selene Aguirre, quien tenía dos años, y que fue perpetrado el 29 de enero de 2015, señalaron fuentes judiciales.
Vale recordar que por el mismo hecho fue absuelta la madre de la víctima, Victoria Aguirre (30).
La primera vez que se sentaron en el banquillo ambos implicados fue en julio de 2017. En el inicio del debate, tanto Aguirre como Lovera, quienes eran pareja al momento de la trágica muerte de la menor, se acusaron entre sí.
En la segunda jornada de ese juicio, llegó el turno de los peritos. Y no hubo tiempo para más: el doctor Roberto Bondar (que defendía a Aguirre) recusó a los jueces Lilia Avendaño, Francisco Aguirre y José Pablo Rivero del tribunal obereño, por considerarlos “no imparciales” a la hora de interrogar a los testigos y valorar los elementos de prueba.
El debate quedó interrumpido y la recusación fue analizada por los jueces del fuero civil Mónica Azucena García de González, Graciela Ivonne Heppner y Jorge Erasmo Villalba, quienes rechazaron la petición de Bondar.
Pero eso no fue suficiente, Avendaño, Aguirre y Rivero decidieron apartarse del caso por “violencia moral y decoro”, dado que se habían sentido duramente atacados.
Fue así que, en diciembre de 2017, por subrogación, García González, Villalba y Heppner estuvieron al frente de un nuevo debate y resolvieron absolver a Victoria Aguirre por el beneficio de la duda (in dubio pro reo) y condenar a Lovera a la pena de 19 años de cárcel.
En febrero del 2018 la Fiscal Salguero de Alarcón apeló la sentencia absolutoria violando el principio “no bis in ídem”, cosa juzgada. Por su parte, el abogado del acusado Rolando Lovera, Martín Moreira, presentó un escrito solicitando la nulidad absoluta del fallo y cuestionó al órgano juzgador, expresando que los jueces se basaron en el alegato de la defensa de Aguirre para condenar a su cliente.
Fue entonces que en marzo de 2020 el Superior Tribunal de Justicia (STJ) ordenó declarar nula la sentencia que se decidió oportunamente y que se dicte un nuevo fallo en base a los elementos probatorios existentes.
Victoria Aguirre y Rolando Lovera fueron juzgados por “homicidio calificado por haber sido cometido contra su descendiente” y “homicidio simple”, respectivamente.
“¿Quién repara el daño?”
Ante el vencimiento de los plazos de la preventiva, el defensor de Rolando Lovera, Martín Moreira, presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, fundamentado en que la situación de su representado legal era una “flagrante violación a los pactos internacionales y derechos humanos”.
Paralelamente, el flamante Tribunal que se integró para dictar nueva sentencia (sin necesidad de volver a hacer el debate) ordenó la liberación de Lovera.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el abogado Martín Moreira explicó que “la excarcelación fue favorable debido a que el imputado ya cumplió el mínimo legal para una eventual pena que podría darse en el nuevo fallo. Fue una excarcelación extraordinaria fundamentada en mi planteo, en mi denuncia hice hincapié en que en Argentina no se respetaban los plazos de la prisión preventiva. ¿Ahora quién repara el daño que le ocasionó el sistema carcelario?, como es posible que Lovera no sepa si es culpable o inocente porque a la fecha no se le dictó sentencia. Esto es de gravedad institucional en el poder judicial. La sociedad vio el juicio y sabe que no había elementos de prueba contra Lovera”, expresó el letrado.
Nuevo Tribunal
El Tribunal que deberá dictar la sentencia a Lovera (y que ordenó ahora su excarcelación) estará conformado por el juez de Instrucción 1 de Oberá, Pedro Benito Piris, la jueza Correccional y de Menores de esa misma localidad Adriana Denise Zajaczkowski, y un integrante del Tribunal Penal 1, Horacio Paniagua.
Entre otras restricciones que le fijó la Justicia a Lovera, que fue excarcelado bajo caución juratoria, deberá notificarse cada 15 días ante el Tribunal y tuvo que fijar domicilio.
Según las fuentes, ya tendría trabajo y sería como sereno, la misma ocupación laboral que tenía antes. El caso se inició a las 6.40 del jueves 29 de enero de 2015, cuando desde el Hospital SAMIC de Oberá alertaron sobre una joven madre que llevaba en brazos a su hija, quien ya no contaba con signos vitales.
La víctima resultó ser Selene y la mujer, su madre, Aguirre, quien fue detenida. Horas más tarde también arrestaron a Lovera, padrastro de la criatura. La autopsia confirmó la peor de las sospechas: determinó que la niña perdió la vida por “traumatismo encéfalocraneano”, es decir, producto de los golpes que recibió.
Análisis para sentencia
El nuevo Tribunal que debe dictar sentencia en base a las evidencias ventiladas en el juicio anulado tendrá en cuenta seguramente tanto la autopsia de la víctima, como así también grabaciones de las cámaras de seguridad de la arenera donde trabajaba Lovera y donde la criatura pasó su última noche y una serie de fotos y videos correspondientes a la causa que constan en el expediente y se exhibieron en el debate de 2017. También se releerán los numerosos testimonios que existen en la causa y los que fueron brindados en la citada audiencia.
Aún no se fijó fecha en la que se dictará ese nuevo veredicto.