El nivel general del índice de precios al consumidor registró un alza mensual de 8,4% en abril y acumuló una variación de 32,0% en lo que va del año. Esto también alcanzó al sector de escritores, editores e ilustradores de editoriales de libros para niños y jóvenes.
En comunicación telefónica con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Judith Wilhelm, integrante de Calibroscopio Ediciones, contó que están teniendo problemas para imprimir los libros por los exorbitantes costos del papel de ilustración.
“Estamos teniendo fuertes restricciones de acceso al papel y sobre todo lo más importante unos precios carísimos, irresponsablemente carísimos, el problema que estamos teniendo es que el aumento de precios de papeles está triplicando la inflación general”.
En Argentina únicamente hay dos empresas fabricantes de papel que se utiliza para imprimir los libros infanto-juveniles que es el papel de ilustración “es un papel que prácticamente viene todo de afuera, es importado y entonces ahí se genera un segundo conflicto con las importadoras de papel, compran la tonelada de papel a 1.500 dólares y la venden en el mercado local a 6.000 o 7.000 dólares”.
Por otro lado, explicó que le están pidiendo al Estado que regule esta situación. “La verdad que hay una deslealtad comercial absoluta y los pequeños y medianos editores sobre todo, estamos siendo como rehenes de estas situaciones” añadió ” es muy frustrante ver que nuestros libros resultan muy caros para la gente incluso más caros que que otros artículos y aún así, nosotros no estamos poniendo los precios que deberíamos poner”.
Además, hizo hincapié en que la cadena es muy virtuosa y tienen miedo de perder “lo más importante” que son “nuestros pequeños lectores”.
En los últimos años se lanzaron planes de lectura estatales y también hubo una buena producción de libros que el Estado dota a las bibliotecas escolares, al respecto Judith manifestó que “los libros tienen que estar en todos lados, en las casas de los chicos, y que en las librerías tengan libros que están mas o menos accesibles para los niños y las niñas, es algo deseable para todos”.
Entretranto, aclaró que “recibimos precios de la imprenta y nos escandalizamos y nos alarmamos pero en realidad la responsabilidad ahí no es de la imprenta, sino que la imprenta está trasladando también el insumo principal que tiene que es del papel que está como en una escalada de presión demencial”.
La integrante de Calibroscopio Ediciones señaló que la familias quieren que los chicos tengan los libros cerca y que a partir de la pandemia ese deseo se incrementó por el uso ilimitado de las pantallas. “Sumamos muchos nuevos lectores, por suerte, realmente vimos que había mucha gente como deseando sacar a sus hijos de las pantallasal ver cómo el acercamiento a un libro producía otra actitud de los chicos” cerró.