Hace algunas horas el INDEC dio a conocer su reporte de salarios de marzo 2023, que mostró una suba intermensual de los mismos del 10,1% y del 22,2% en el primer trimestre. Declarar que los sueldos le ganaron a la inflación es el sueño de cualquier oficialismo, más en año electoral y tras varios años de pérdida de poder adquisitivo.
Técnicamente, en la comparación interanual, en doce meses los sueldos crecieron un 102,4% en promedio y los precios y tarifas un 104,3% en el mismo período. Esos datos reflejan un alza intermensual del 2,3% en el salario real, y una pérdida del 0,9% en 12 meses. Al final de esos índices, el resultado es que se redujo la caída 1,6 puntos respecto del dato anual de febrero. Pero los datos oficiales no revelan toda foto.
Buena parte del fuerte repunte intermensual en marzo tiene que ver con el cierre de paritarias en los primeros meses del año. Pero existen decenas y decenas de sectores que aún no cerraron y otros que acaban de hacerlo incluso por debajo del IPC.
El dato “positivo” del INDEC también se explica porque se motorizaron aumentos en el sector público que son los que toma el organismo para medir.
Así y todo, incluso para el grueso de esos asalariados a pobreza no para de crecer y les está resultando cada vez más difícil igualar el precio de una Canasta Básica. Y más en profundidad, los sueldos de empleados del sector público subieron en promedio 16,3% en marzo contra el 7,9% de los del sector privado.
En rigor y a estas alturas de la gestión, seguramente 2023 será el sexto año consecutivo de pérdida del salario real.