Semanas atrás, PRIMERA EDICIÓN daba a conocer la historia de María Angélica Forpaniski y su hijo Héctor Da Silva, quienes con mucho esfuerzo y por la situación económica difícil que atraviesan miles de argentinos, se armaron de una mesita, un par de sillones y una parrilla redonda para salir a vender choripán a la vera de la ruta nacional 14 y poder así subsistir en Oberá.
La historia atrajo a curiosos y solidarios que colaboraron en el compra del clásico sándwich argentino y otras cosas. Sin embargo, la mala llegó desde la Comuna, que en vez de aportar su granito de arena para ayudar a la emprendedora, le puso trabas. Es que desde el Ejecutivo municipal le exigieron, una parrilla cuadrada reglamentaria, por ende, mientras no lo tengan no le darán el carnet habilitante para operar.
Sin embargo, la situación no se hizo tan cuesta abajo en las últimas horas ya que “un ángel de la guarda” la llamó y le prometió que le iba a regalar el asador necesario para que pueda seguir trabajando. Dicho y hecho, María Angélica recibió el generoso regalo de una vecina.
En comunicación telefónica con FM 89.3 Santa María de las Misiones, la mujer se expresó muy contenta al respecto. “Me lo donó una señora que prometió y cumplió”.
La parrilla tiene 1,20 metros de ancho con la mesita de madera para la preparación y un metro de alto. “El tamaño está bien, es hermosa”, expresó.
Y dijo que “ahora tengo que esperar a que pare la lluvia para inaugurar porque todavía no me pude conseguir el techito”, aseguró.
Aseguró que las ventas van en marcha, pero que esta semana disminuyeron por la lluvia. “Juntaba la plata como para ir reponiendo de vuelta la mercadería, ahora esta semana de lluvia es una semana en casa porque no tengo techito”. En ese sentido, mencionó que “estoy esperando que el señor que me dijo que me iba a ayudar se comunique conmigo”. El hombre en cuestión le prometió un gazebo.
Por otro lado, explicó que desde la Municipalidad nunca se contactaron para ayudarla, pero que tiene que concurrir a hacer el curso de manipulación de alimentos para obtener la habilitación.
También manifestó que tendrá que subir “algunos centavos” sus choripanes porque “todo aumenta, por ahora, lo vendo a $500”.
Angélica asegura que su esperanza es poder agrandar el negocio familiar juntos a su hijo y “quiero poder progresar con esto, me gustaría hacer hamburguesas a la parrilla, me encanta la cocina”, cerró orgullosa.