A poco de cumplirse cuatro meses del crimen de Rosendo Emanuel Portillo (20), la Justicia avanza con la recolección de pruebas contra el imputado que tiene la causa, también un joven de la misma edad.
Según pudo saber este Diario de fuentes consultadas, en los últimos días se realizó el acto de reconocimiento de un arma blanca que se presume fue con la que el señalado como autor atacó a Portillo.
Un testigo reconoció el cuchillo incautado como el que había visto en una foto que le envió el acusado. Se trata del mismo que fue encontrado en una mochila. Pudo reconocerlo porque tenía un destapador de botellas.
Cuando lo vio por primera vez en una imagen que recibió por Whatsapp, tenía manchas de sangre, por lo cual los investigadores sostienen que esa sangre podía haber sido la de Portillo tras ser asesinado.
Con este elemento probatorio más todos los que ya obran en la causa y con una prueba de ADN restante, estaría muy próximo a que el titular del juzgado de Instrucción 4, Miguel Ángel Faría, le dicte la prisión preventiva por el delito de “homicidio”, revelaron las fuentes.
Desaparición
La mamá de Emanuel se preocupó cuando él no volvió a la casa ni respondía mensajes. Era el jueves 28 de diciembre. Alertó a la policía y la misma familia salió a buscarlo. Ellos lo encontraron en una zona de difícil acceso, a un kilómetro del casco urbano de Azara, cerca de un tacuaral.
Peritos de Criminalística determinaron que el ataque podía haber ocurrido en otro lugar y luego el cuerpo arrastrado para que fuera difícil hallarlo. También encontraron la ropa interior y su pantalón semienterrados.
La madre lo había visto triste en los últimos días por una cuestión sentimental. Muy pronto la Justicia puso sus sospechas sobre un joven con el que tenía una relación muy estrecha. Lo detuvieron el martes 3 de enero pasado.
Horas antes, familiares y amigos de Emanuel realizaron una multitudinaria marcha por las calles de Azara para pedir justicia por el joven. La autopsia estableció que tenía 42 puñaladas y un golpe en la cabeza.