La policía investiga el homicidio de un joven agricultor de Azaraa, cuyo cuerpo fue encontrado este viernes alrededor de las 10 por familiares que los buscaban desde el jueves. Se trata de Rosendo Emanuel Portillo (20) quien tenía heridas compatibles con arma blanca en espalda, pecho, piernas y nalgas además de un golpe en la cabeza.
Fuentes consultadas por este Diario señalaron que el cuerpo estaba semidesnudo, sólo con una remera azul colocada con visibles manchas similares a sangre mientras que el resto de sus prendas, como ropa interior y pantalón, estaban a unos 20 metros semienterrados.
El hallazgo se produjo alrededor de las 10, familiares salieron a buscarlo porque no sabían nada de la víctima después de varias horas y de acuerdo al último contacto que tuvo con su progenitora, una mujer de 38 años, manifestó que lo vio deprimido la última vez que hablaron, aparentemente porque tenía conflictos con su pareja, otro joven a quien le allanaron la casa y secuestraron un teléfono celular en averiguación del hecho.
Las mismas fuentes revelaron que el cuerpo será sometido a autopsia por disposición del juez de Instrucción 4, Miguel Ángel Faría quien investiga el hecho como “homicidio”. Una de las estocadas fue muy cerca del corazón, por lo que presumen pudo ser la fatal, aunque no descartan el golpe en la cabeza o que finalmente haya muerto desangrado por la cantidad de heridas.
Respecto al lugar en donde apareció el cuerpo, indicaron las voces de la investigación que se trata de un tacuaral ubicado a mil metros, aproximadamente del casco urbano del pueblo del sur misionero.
Del mismo se supo que es una especie de bañado que actualmente está seco y es de difícil acceso, por lo que se presume que no lo mataron allí, sino que arrojaron el cuerpo en ese lugar, pero como todo elemento en la causa, está en investigación.
La víctima trabajaba como agricultor en la zona e investigan si el hecho tiene relación a un robo o intento de robo o tiene tintes pasionales. Por el momento su pareja, un joven casi de la misma edad, no fue detenido, pero sí notificado que es investigado.
También ayer trascendió que policías de la comisaría de Azara allanaron su vivienda, que según explicaron sin demasiados detalles, queda próxima al barrio María Auxiliadora en donde residía el joven asesinado.
Como resultado de este operativo, trascendió el secuestro de un teléfono celular, propiedad de “un amigo o allegado sentimental” a la víctima. El aparato será peritado por la Policía Científica de la Unidad Regional VII de Apóstoles.
Familiares de la víctima serán citados por el juez porque fueron los que hallaron el cuerpo. El jueves por la noche recién su progenitora radicó la denuncia por desaparición y ayer amplió que lo había visto deprimido.