Recibí en mi correo este mensaje de Chamalú, nacido en Bolivia y divulgador del chamanismo andino. Es quien promueve la cultura de la felicidad llevando una vida sana y natural, invitándonos a vivir libres y dejarnos fluir en medio de los acontecimientos que no podemos cambiar.
Les comparto este escrito en el que explica que la ausencia de felicidad en la vida deja el alma magullada y, en algunos casos, incluso fracturas, y una grave anorexia existencial.
Contempla la sociedad, la mayoría han normalizado la infelicidad, su existencia parece haberse acostado en la alfombra de la resignación, mientras el reloj continúa marcando el paso de la vida.
Quiero decirte algo: la vida sin autogobierno mental y emocional es un barco a la deriva en el océano de un entorno impredecible. Las emociones son el motor de la vida, sin embargo, motor encendido sin dirección es garantía de autodestrucción.
No hablo de la felicidad efímera que produce el placer inconsciente, que solo es momentáneo. La felicidad que te propongo, recuérdalo, es independiente del entorno; en ese sentido es preciso que aprendas la habilidad de mantenerte siempre serena y en paz, con bienestar todo terreno y creciente alegría.
Si permaneces en tu centro, las adversidades solo serán factores fortalecedores, pero deberás gobernar bien tus emociones y graduarte de experta en controlar tus pensamientos, ese es el camino de la imperturbabilidad.
Acepta que no todo depende de ti, selecciona la influencia que quieres recibir del entorno, importa menos lo que pasa afuera, cuando en verdad lo que cuenta es lo que ocurre dentro, y ahí, si aprendiste a gobernarte, gobiernas tú, es decir que nadie podrá ponerte mal contra tu voluntad.
Encuentra significado a todo, en especial a las dificultades; comprenderlas de esta manera simplifica el camino para superarlas, elige la interpretación de lo que pasa y eso te otorga un sorprendente poder.
Y entonces, por último me pregunta: Rosanna ¿Eres feliz el día de hoy? Respondo que con un sí rotundo por todo lo que tengo y sí a mi serio compromiso diario y casi permanente de atender mis pensamientos para tratar en todo momento de dejarlos ir con un gracias si son altamente tóxicos.
¡Feliz Semana! Prueben responder a la pregunta con un sí. (De Chamalú para Rosanna Toraglio).