Hay una vieja rima muy utilizada en los cuentos infantiles que dice: “…y fueron felices, y comieron perdices”, como un bonito cierre para las grandes historias, esas que nos hicieron creer desde niños que un mundo mejor siempre ha sido posible, sin embargo; nuestra realidad dista muchísimo de ser un cuento de hadas: la guerra, las crisis económicas, las precarias gestiones políticas de algunas regiones, la pandemia, entre otras cosas; han hecho que la vida de miles de millones no sea de dicha total.
Por ello, cada 20 de marzo se celebra el Día Internacional de la Felicidad, una iniciativa creada por la ONU como un reconocimiento a la relevancia que tiene la búsqueda del bienestar y la felicidad como una aspiración global de todas las personas, y que por tanto; las naciones tienen el deber de desarrollar políticas inclusivas que hagan esto posible.
Ese mismo día, se da a conocer el listado de países más felices y por sexto año consecutivo, Finlandia ha logrado el añorado primer lugar con 7.804 puntos, solo siendo seguido por Dinamarca (7.586) e Islandia (7.530). Estados Unidos se ubicó en el puesto 15 (6.894), mientras que el país latinoamericano con mejor posición fue Costa Rica, en el puesto 23 (6.609), seguido por Uruguay en la posición 28 (6.494).
¿Pero en qué criterios se basan para medir este índice? Para su realización, se tomó una muestra de 1.000 ciudadanos por país, y los referentes usados fueron el PIB per cápita, el nivel de corrupción, la esperanza de vida, además de los factores negativos ya mencionados.
Si bien es cierto que el concepto de felicidad es subjetivo, y varía culturalmente, en este caso es necesario que existan ciertos elementos que hablen del bienestar y la calidad de vida que tiene una persona para que ella misma pueda considerarse feliz.
Recientemente, he participado en el WorldHappiness Summit en el Lago de Como, un evento de tres días en el que se congregan los más destacados oradores, coaches y mentores en bienestar y felicidad a nivel global, para brindar a los asistentes una serie de herramientas que les ayudarán a desarrollar un estilo de vida más feliz.
Quizás en la vida siempre existan retos, pero lo importante es contar con estrategias que nos ayuden a sortearlos, porque todos merecemos vivir y estar en paz, comiendo perdices y siendo felices.