Fue apenas una semana pero, con todo lo que ocurrió política y económicamente en la Argentina, pareció ser un semestre. Lo que comenzó con un rumor sobre el cambio de ministro de Economía en el Gabinete de Alberto Fernández, terminó con un Jefe de Asesores presidencial echado; un Presidente bajado del tren electoral; un “feriado” cambiario de dos días para las entidades financieras; la incertidumbre y la crisis en el Frente de Todos; y un FMI dudando en depositar los 10.000 millones de dólares que pide la Casa Rosada.
En apenas 48 horas al filo del fin de semana, un “chispazo” político interno terminó en una situación de la que todas las salidas parecen traumáticas para el país.
En lo institucional, el politólogo misionero Cristian Solmoirago definió lo que le queda al Presidente de la Nación, con un mayor desgaste por todo lo sucedido: “Hoy Alberto ya no es competencia electoral por ende lo único que resta, lo único que él tiene es poder terminar el gobierno. Sujetar todo lo que pueda sujetar para llegar al 10 de diciembre aún en funciones y eso no será fácil por la debacle económica que existe y por la interna política que no solamente existe dentro del partido de gobierno sino que también existe en todo el espectro político del país”.
Puertas adentro, mientras sucedía la crisis interna del FdT, no solo Massa habría amenazado con irse sino lo habría hecho también Alberto. El kirchnerismo habría entendido que era mejor sostener al Presidente aun “pintado”, con una lapicera a la que le queda poco cartucho, si no terminaría Cristina Fernández haciéndose cargo de la Presidencia y del tramo final de un tiempo más que difícil.
Entre la Casa Rosada, el Senado nacional y las gobernaciones se manejaron distintas alternativas antes de que el PJ se reuniera (y decidiera poner al 16 de mayo para mostrar a sus candidatos en Ferro).
Cambiar funcionarios, pedir la llegada de algunos mandatarios a la Rosada (como se hizo con el tucumano Manzur) hasta el posible adelantamiento de las elecciones presidenciales. La conclusión habría sido: “El plan debe ser llegar a agosto”, una nueva versión moderna de la frase “hay que pasar el invierno”, popularizada por Álvaro Alsogaray.
Es la economía…
Está claro que casi nada de lo que está sucediendo se hubiera exacerbado si la economía del país no estuviera en la profunda crisis que atraviesa con la inflación y un dólar paralelo manejando casi todo.
Hasta el Fondo Monetario Internacional podría darle malas noticias al Gobierno de Fernández en las próximas horas, producto de la mala imagen y señales erróneas que dejó el paso del ministro Massa por Estados Unidos, donde se sigue hablando de la “vedette política” y el nulo manejo técnico que mostró el funcionario a la subdirectora gerente Gita Gopinath.
Tan mal cayó Massa que la además reconocida especialista en crisis internacionales e investigadora de la Universidad de Harvard, habría cortado el diálogo con él. La decisoria de la suerte de los dólares argentinos busca, a cambio, otro interlocutor.
La desconfianza con que el FMI mira a la Argentina de estas horas, habría producido un parate en el desembolso de 10 mil millones de dólares que negocia con la Argentina, dinero necesario para intentar calmar al convulsionado mercado financiero.
Entre los puntos más cuestionados están la aplicación de un dólar soja para un producto que el país no tiene disponibilidad por las inclemencias climáticas. En particular, a los técnicos del FMI no les cierra que se importe soja a 200 pesos por dólar y se exporte a 300 pesos ese mismo cargamento. En el medio hay un negocio de un sector explícitamente beneficiado por la medida que está absorbiendo los pocos dólares que quedan en el BCRA.
También los 250 millones de dólares que se llevan las importadoras por día que están lejos de compensar con ingresos por exportaciones. Hasta hay dudas si se inventan importaciones para hacerse de los preciados dólares del mercado.
El Banco Central está tan escaso de “billetes verdes” que obligará a las entidades a pedir con 48 horas de anticipación el monto de dólares del que necesita abastecerse. En el mercado hablan de un “feriado cambiario” implícito de dos días. Por ejemplo, un banco que pida dólares este lunes recién los podría tener el miércoles siempre que haya disponibilidad. En ese plazo, no podrá concretar las operaciones porque no tendrá dólares.
A su vez, por la crisis del espacio gobernante, el Fondo pediría que los principales economistas de la oposición avalen el paso que la Casa Rosada quiere dar en la renegociación de la deuda.
Un reconocido economista con diálogo con colegas de los Estados Unidos, aseguró a PRIMERA EDICIÓN que el FMI podría pedir a la Argentina:
• Modificar el tipo de cambio (devaluar tiene mala prensa): se discuten cifras aunque no hay certeza de cuándo.
• No destinar más dólares a importaciones y que las operaciones se realicen con lo que las empresas tengan en disponibilidad.
“El pedido podría resumirse en la necesidad de devaluar, importar con los dólares disponibles y rezar”, ironizó el economista. A propósito de fe, trascendió que el papa Francisco habría intercedido ante EEUU para ayudar a la Argentina a destrabar la renegociación de la deuda con el FMI. Pero con un pedido: no tener que relacionarse con Massa.
De este dato se tomaron varios peronistas para explicarse el nivel de dureza discursiva con que Juan Grabois (cercano al Papa), se refirió a una posible candidatura de Massa a presidente por el oficialismo. “Si va Massa de candidato a presidente, mi querido compañero (Eduardo) Wado de Pedro de vicepresidente, y me llama Cristina Kirchner y me dice ‘bajá la lista y te damos toda la lista de senadores y diputados’, le digo: ‘Cristina ni en pedo vamos a votar a este sinvergüenza, vendepatria y cagador de Massa. No me lo vas a poder explicar’”, sostuvo horas atrás.
Un dato adicional se suma al alerta (tardío) de la CGT por el panorama económico: el líder de los estatales nacionales, Andrés Rodríguez (secretario General de la poderosa UPCN) le sacó a Massa un 108% de aumento para 2022 , por lo cual los afiliados recibirán 5,5% con los haberes de abril. Pero también un 15 al 20% con los haberes de mayo y junio, muy lejos de los techos salariales que negociaron otros sectores. “Si Massa no firmaba, no iba a tener ni luz en el Ministerio”, bromeó un protagonista de esa negociación.
Entre tantos frentes, Massa no pierde la esperanza de cerrar con CFK una candidatura suya a Presidente. Con la opción de renunciar al Ministerio o, por el contrario, sumar más poder. Mucho dependerá de que el FMI deposite los 10 mil millones de dólares que den un respiro a la economía por un breve lapso. Es necesario para tomar la definición antes del 16 de mayo. Porque todas las salidas serán traumáticas para el país, todos los números son negativos ahora y en el futuro.
Misiones espera 10 mil millones, convenios y la zona especial aduanera
El domingo pasado, este Diario contó que Oscar Herrera Ahuad esperaba la vuelta de Massa de EEUU para volver a la carga por el Área Aduanera Especial. Horas después, Economía dejó afuera a la yerba mate del “dólar agro”, con la promesa en ambos casos que “saldrán pronto”. En la “Rosadita” sospechan que ambos temas serían “cartas” que el Ministro retiene para negociar con la renovación un apoyo a una eventual candidatura presidencial, cuando el oficialismo misionero sostuvo la “boleta corta”.
Pero hay algo más urgente que preocupa al Gobierno provincial: la Nación debía depositar más de 10 mil millones de pesos en los últimos meses de este año y mandó apenas 300 millones. Esa deuda va desde redeterminaciones de obras públicas por 2 mil millones hasta anticipos de la deuda de ANSeS por 5 mil millones.
Los gobernadores del norte siguen con atención lo que sucede en la Rosada. En Santiago del Estero se juntó un grupo el viernes aunque con la ausencia del mandatario local, Gerardo Zamora, de gira por el exterior. En ese cónclave no participó Herrera Ahuad ni siquiera por teleconferencia. En la reunión hubo mucho protagonismo de Wado de Pedro y un pedido: “Que Alberto no siga haciendo daño político”.
Esta semana deberían firmarse convenios de obras con financiamiento externo por varios miles de millones para Misiones pero en el Palacio de Hacienda. Hasta ayer había dudas si finalmente se concretaría.