Mientras que el litro de leche en la tranquera se paga al productor $81, un incremento en términos nominales del 10,12% durante marzo, en las góndolas posadeñas se tradujo en una fuerte suba, la cual, en algunos derivados como el queso, yogurt o la crema de leche alcanza hasta el 40% en las primeras y segundas marcas.
A su vez, un dato saliente que se desprendió de un sondeo informal de PRIMERA EDICIÓN por supermercados y almacenes de barrio es que, si bien el relevamiento del IPC que dio a conocer el INDEC este viernes señala que el litro de leche en el NEA vale en promedio $277,25 en las góndolas posadeñas ya supera los $370.
“Las subas ya se venían sintiendo en enero y febrero, pero eran del 7% o 10% y ahora se fueron totalmente. Lo que menos subió creció un 15%”, dijo a este Diario el supermercadista Nelson Lukowski, consultado sobre el fenómeno.
“La gente opta por comprar un poquito de cada cosa y artículos de terceras y cuartas marcas; la verdad es que ese es el fenómeno que reavivó la creciente inflación y las subas mes a mes son indicador de que más que fenómeno son comportamientos estructurales de los formadores de precios y estamos llegando a hechos parecidos ocurridos cuando empecé con el almacén hace 50 años”, analizó, en tanto, el presidente de la Cooperativa de Almaceneros de Posadas, Ismael Ortigoza.
Consultados sobre las variaciones que trajo consigo la Semana Santa, que impone una suba estacional de los lácteos, en especial de los quesos que, algunos de segundas marcas valían a fines de marzo $1.400 por kilo pero, este mes se ubicaron en $1.900, las más económicas hasta $2.200 en las segundas marcas, “como barato”, acotó Nelson Lukowski.
“En marzo ya experimentamos una suba de un 12% a un 15%. Algunos productos nosotros compramos directo de fábrica, pero en las despensas, donde el dueño compra para revender en los barrios, le vuelve a recargar y eso pone más presión en el bolsillo del cliente”, analizó Ortigoza por su parte.