El orden Myliobatiformes se encuentra representado por 10 familias y más de 180 especies en todo el mundo. La familia Potamotrygonidae, es la única en aguas dulces de Sudamérica y se encuentra constituida por 3 géneros, en Argentina solo se encuentran los representantes del género Potamotrygon entre los cuales se conocen hasta la actualidad 6 especies (P. amandae, P. brachyura, P. falkneri, P. histrix, P. motoro y P. schuhmacheri). Las rayas son peces con esqueleto cartilaginoso.
Poseen el cuerpo deprimido dorso-ventralmente y aletas pectorales grandes, expandidas desde el tronco hasta la cabeza, formando un disco. Algunos ejemplares pueden pesar más de 200 kg, convirtiéndolos en uno de los peces de mayor tamaño.
Descripción:
En la faz dorsal anterior del disco se encuentran los ojos pequeños y por fuera de estos los espiráculos. La superficie dorsal del disco y la cola están cubiertos con dentículos. La cola, además, está provista de tubérculos y una hilera de pequeñas espinas en la línea medio dorsal y una hilera de espinitas a cada lado en la mitad posterior de la cola y en su extremo dorsal una o dos espinas aserradas asociadas a una glándula de veneno. En la faz ventral se encuentran las narinas, las aberturas branquiales y la boca. Esta última es pequeña y lleva dientes fusionados en placas.
El color de fondo del dorso es pardo a pardo amarillento, con ocelos de color ocre o amarillos bordeados de un halo oscuro. Estos ocelos poseen un diámetro semejante al del espiráculo excepto los marginales que son más pequeños. El vientre es blanquecino.
Distribución: América del Sur.
Hábitat y comportamiento:
Agua dulce. Frecuenta las zonas con fondos arenosos y limosos de arroyos, ríos, lagunas y embalses. Se las puede observar solitarias o en grupos, cerca de la ribera, lugar donde se camuflan cubriéndose con arena o limo mediante el batido de sus aletas. Este comportamiento les permite pasar desapercibidas ante sus presas (peces pequeños) y personas o animales que ingresan al agua, las cuales son heridas con las púas aserradas que poseen cuando son pisadas o tocadas inadvertidamente.
Tamaño: en nuestra zona los registros indican que puede superar los 16000 g (16 kg).
Dieta: son carnívoras, consumen peces pequeños (bagrecitos, mojarras), crustáceos (cangrejos y camarones), larvas de insectos acuáticos como odonatos (libélulas) y en algunos casos bivalvos como el mejillón dorado (Limnoperna fortunei).
Reproducción:
Esta especie posee dimorfismo sexual, la fecundación es interna, el macho posee unos fórceps los cuales utiliza para depositar su semen dentro de la hembra. Las rayas son vivíparas por lo que una vez fecundado, el embrión se desarrolla en el útero y es alimentado a través de unos filamentos llamados “trofonemas” que se desarrollan en el útero. Luego del período de gestación las rayas son paridas como pequeños adultos.
Relación con el hombre:
Esta especie, del mismo modo que las pirañas, están relacionadas con accidentes a personas que ingresan al agua con fines recreativos en la época estival. Pero, a diferencia de las pirañas, podemos ser picados por una raya en cualquier época del año ya que ellas se acercan a la ribera con fines alimenticios.
Las picaduras de rayas, provocan importantes lesiones en las piernas o los pies, ocasionando heridas de consideración en músculo, ligamentos y aún en huesos con su púa. Esta púa está asociada a glándulas de veneno ubicadas en la base, cuya secreción gelatinosa la recubre con una fina capa de piel. Estos venenos contienen enzimas que producen necrosis de los tejidos causando importantes daños si no son tratadas adecuadamente.
Recomendaciones en caso de accidentes con picaduras de rayas:
La herida que produce la púa causa un dolor inmediato agudo y punzante, las personas manifiestan desvanecimiento, debilidad, náuseas y ansiedad.
Pasos a seguir: en caso de que la herida sea superficial se recomienda sacar la púa y lavar la herida con abundante agua bien fría y jabón. Por un lado, estamos eliminando parte del veneno y por otro, el agua fría actúa como vaso constrictor, no permitiendo que el resto del veneno sea absorbido o se disperse por el tejido.
Luego, debemos sacar todos los restos de piel de la púa que quedan al retirar la misma. Paso seguido, se recomienda agregar agua caliente a la zona afectada, esta debe ser lo más caliente posible que el herido pueda tolerar. La elevada temperatura va a desactivar la enzima necrosante, la cual es termolábil, deteniendo de este modo el proceso de necrosis y disminuyendo progresivamente el dolor. Por último, visitar el centro asistencial más cercano para completar el tratamiento.
Si la púa se encuentra muy adentro se recomienda no retirarla hasta llegar al centro de atención medico más cercano, porque al querer retirar la púa, al ser dentada, va a desgarrar los tejidos y producir cortes muy grandes y sangrantes. En este caso se recomienda aplicar agua fría o hielo a la zona afectada y recurrir al centro asistencial más cercano.
Cómo evitar picadura de rayas:
Cuando ingresamos a un cuerpo de agua debemos hacer el mayor ruido posible golpeando con fuerza los pies en el fondo y con las manos golpear la superficie del agua (chapotear), esta acción ahuyentará a las rayas que están camufladas esperando a sus presas.
Importancia en la pesca deportiva/recreativa:
Se lo considera un pez molesto y poco atractivo, debido a que se chupa al fondo con mucha fuerza, no permitiendo sacar la línea sino después de un largo tiempo.
Importancia en la pesca de subsistencia: utilizada para consumo, sus aletas poseen abundante carne la cual es utilizada para hacer milanesas.
Importancia como especie ornamental: utilizada por acuaristas, es un pez atractivo por sus vivos colores en el dorso.
Lic: Danilo R. Aichino
Biología Pesquera Regional
Facultad de Ciencias Exactas Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones