La familia Anostomidae se caracteriza por ser peces de escamas que poseen en ambas quijadas 3 a 4 dientes incisiformes (dientes tipo conejo) o dientes con 3 o 4 cúspides.
En Argentina, esta familia agrupa a 15 especies conocidas popularmente como bogas, 3 de ellas pertenecen al género Megaleporinus (M. macrocephalus, M. obtusidens y M. piavussu) y representan las especies más buscadas por pescadores deportivos y comerciales; 5 especies corresponden al género Leporinus (L. acutidens, L. amae, L. lacustris, L. octofaciatus y L. striatus) las populares boguita chica, descarnadora, boguita de boca roja, boguita de aletas rojas, entre otras; 4 especies están incluidas en el género Schizodon (S. borellii, S. nasutus, S. platae y S. succintus) todas ellas herbívoras y conocidas como: boga lisa, lisa, pastera; mientras que las 3 especies restantes pertenecen al género Pseudanos (P. trimaculatus), Leporellus (L. pictus) la boguita rayada y Abramites (A. hypselonotus) el popular jikii, especie codiciada por sus llamativos patrones de coloración.
La descripción que se detalla a continuación corresponde a Megaleporinus obtusidens.
Descripción: cuerpo alargado y grueso. La cabeza mediana, alargada y con hocico romo. La boca es terminal y pequeña en relación a su cuerpo y poseen en total 6 dientes incisivos arriba (dientes tipo conejo) y 6 dientes abajo, los primeros son mayores y los de atrás más pequeños. Posee escamas grandes y cicloideas (suaves al tacto si las tocamos de atrás hacia adelante). La aleta caudal es ahorquillada donde el lóbulo superior es más agudizado y el inferior grueso y redondeado. La coloración del cuerpo es plateado, con tonos azul metalizado a plomizo en el dorso. Posee tres manchas negras redondeadas en su costado, la primera por debajo de la aleta dorsal y las aletas ventrales, la segunda por delante del inicio de las aletas adiposa y anal y la tercera al final del cuerpo. La aleta dorsal en juveniles es transparente y de color plomizo en adultos, aletas pectorales, ventrales y anal son amarillas fuertes; la caudal posee tonos grises plomizos en la primera porción, mientras que, en la porción final los radios se tiñen con tonos amarillos.
Distribución: Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Cuencas de los ríos Alto Paraná, Uruguay y Jacuí y cuencas de los ríos São Francisco y Paraguay.
Hábitat y comportamiento: especie de agua dulce. Frecuenta una amplia variedad de ambientes en busca de alimento, pudiendo ser detectada en zonas de poca profundidad cercana a las márgenes, hasta las más profundas del cauce principal. Realiza movimientos migratorios con fines reproductivos. Estudios recientes indican que gran parte de los juveniles cumplen su ciclo de vida en los arroyos, en margen argentina, esto fue apreciado en los subembalse de los arroyos Garupá – Pindapoy y Yabebiry. Por tal motivo, es de vital importancia la protección de estos arroyos para la conservación no solo de esta especie, sino también, de otras tantas especies de interés que cumplen parte de su ciclo de vida en estos cauces secundarios.
Tamaño: en nuestra zona puede superar los 69 cm de largo total y un peso de hasta 5,500 kilogramos.
Dieta: es una especie omnívora, se alimenta de vegetales y animales. En cuanto a vegetales consumen: algas filamentosas, elodeas, utricularias, etc, en muchos casos las ingieren para consumir la fauna asociada que esta sobre estos vegetales; también consumen frutos como pitanga, gayaba, ambay, etc; semillas de inga o gramíneas que crecen cerca de la margen y semillas provenientes de cebaderos (utilizados por pescadores o por el derrame de embarcaciones que los transportan) como el maíz, porotos varios y cereales etc.; entre los animales, consumen: lombrices, gusano de la madera y la tierra conocido como tambú, crustáceos como cangrejos y camarones, gasterópodos (caracoles) y bivalvos como el mejillón dorado, especie muy abundante en el rio Paraná y muy consumida por la boga ya que se encuentra tapizando árboles y rocas sumergidas. También puede comer peces, pero este hábito es más bien carroñero.
Reproducción: a simple vista no es posible identificar su sexo. El inicio de la actividad gonadal comienza en agosto – septiembre y madura entre octubre a diciembre, durante este periodo lleva a cabo la reproducción si las condiciones hidrológicas son adecuadas, como, presencia de crecidas importantes o abundantes y prolongadas lluvias locales. Esta especie tiene la particularidad de madurar cuando sus ejemplares alcanzan los 39-40 cm de longitud total, a diferencia de la otra boga (M. piavussu) registrada en nuestra zona, quien madura con tallas inferiores. Es muy fecunda, por ejemplo: una hembra madura capturada a mediados de octubre, con 55 cm de longitud total y 2,786 kg, llego a producir 696.889 ovocitos. Cabe destacar que, si las condiciones hidrológicas son las adecuadas, puede desovar gran parte de los ovocitos maduros una sola vez en cada periodo reproductivo.
Importancia en la pesca deportiva/recreativa: los pescadores locales la consideran una de las principales especies de interés, no solo por la calidad de su carne, sino también, porque su pesca es muy atractiva, ofreciendo una formidable pelea al querer ser retirada del agua, además de ser un pez muy sigiloso y astuto al momento de querer robar la carnada del anzuelo, requiriendo para ello, ser un pescador muy experimentado para poder detectar el momento preciso del pique. Por ser una especie de interés, gran parte de las provincias tienen regulada su pesca.
Importancia en la pesca de subsistencia: utilizada para consumo y la venta. Su carne puede ser utilizada en varios tipos de comidas, aportando proteína animal de excelente calidad.
Importancia como especie ornamental: utilizada por acuaristas, es un pez atractivo requiere pecera grande y puede ser criado con otros peces.
Por Lic. Danilo R. Aichino
Biología Pesquera Regional
Facultad de Ciencias Exactas Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones