Esta mañana, familiares y amigos de Marcos Antonio Ledesma, el joven asesinado en Campo Viera, salieron a las calles de Oberá una vez más a pedir que se esclarezca el hecho, luego de que los principales sospechosos fueran puestos en libertad a raíz de un cambio en la carátula del crimen.
“Vinimos a pedir justicia, porque el fiscal ha cambiado la calificación, o sea la carátula del crimen, de homicidio a agresión en riña. No fue en riña, no fue una pelea, ellos llegaron donde se encontraban mi hijo y lo asesinaron a sangre fría, llegaron y dispararon, así lo mataron a mi hijo“, comentó Antonio Ledesma, padre de Marcos.
Señaló que se reunieron previamente con el Juez a cargo de la causa, Pedro Benito Piris, quien les confirmó que, a raíz del cambio de carátula del hecho, todos los detenidos hasta el momento salieron en libertad, “esto porque no se pudo comprobar cuál fue el autor del disparo. El Juez me aseguró que las investigaciones van a seguir hasta que se pueda comprobar quién fue el autor del disparo“.
El juez de Instrucción 1 de Oberá le indicó además que se están haciendo pruebas de balística y de huellas digitales con el fin de poder localizar el arma homicida desde la cual salió el proyectil que impactó mortalmente a Marcos. “Si llegan a dar con la huella digital de uno de ellos, y que sea el culpable, ahí se lo va a volver a detener y a cambiar la calificación de nuevo a homicidio con agravante de arma de fuego. Hasta tanto van a seguir en libertad“, explicó el padre.
“Pudo haber muerto muchas más gente”
Por otra parte, si bien no estuvo presente ya que se encontraba en Oberá, relató los testimonios de sus vecinos y allegados quienes le relataron el momento en que ocurrió el supuesto ataque.
“Los chicos salieron de la cancha de fútbol, ellos jugaban una semifinal y clasificaron a la final. Entonces vinieron a bañarse para ir a festejar a un local que tiene mi otro hijo mayor. Se juntaron en la esquina de mi casa, y en ese entonces pasa Mauricio Maidana en una moto provocándolos. Ellos hicieron de cuenta que no pasó nada, pero al rato volvió a pasar, juntó a toda la banda de ellos, vino a la esquina donde estaba mi hijo con sus amigos y llegaron disparando. Después llegó el papá con un coche, abrió las puertas, bajaron otras personas, sacaron más armas y municiones, mientras uno cargaba la pistola y le pasaba, el otro seguía disparando“.
En sus palabras, el hecho no resultó en una masacre “gracias a Dios”. “Es lo que le decía al juez, por Dios, no hubo más heridos. Aparte no estaban solo los jóvenes, es un barrio, habían mujeres, otros chicos, había un cumpleaños a 25 metros del lugar donde ellos estaban tirando, chicos en el kiosco comprando… no ocurrió más por obra de Dios”
Distinto fue el caso de Norma Macena, madre de Marcos, quien sí estuvo presente y presenció todo el hecho. “‘Estamos festejando mami pasamos la final’, me decía Marcos. Para él ese fue el día más feliz, y para mí ahí al instante fue el día más horrible de mi vida“, dijo.
“Llegaron disparando, eran balas por todos lados. A mí me refilaron dos balas en las piernas“, relató la mujer.
“Hubiese preferido recibir yo ese balazo y no mi hijo, porque tenía toda una vida por delante, 20 años, no le dejaron formar una familia, hacer su vida normalmente“, lamentó.
Al igual que su pareja, Macena reconoce que la situación pudo haber sido mucho peor. “Pudo haber muerto muchas más gente, pudo haber sido cualquiera, porque eran balas por todo lado sin mentir“.
“El fiscal dice que esto nosotros lo sacamos de una ficción, de una película o no sé. Se supone que un fiscal debe salir a favor de la familia dañada, de la víctima, y decir esas cosas… ¿Para qué nosotros vamos a inventar? ¿Por qué motivo? Yo no tengo a mi hijo conmigo, entonces si esto es ficción, ¿Dónde está mi hijo? Si esto es ficción, que me traigan a mi hijo“.