La intuición es el GPS interno con el que todos venimos a la tierra, para guiarnos y no perdernos.
Es una herramienta poderosa para evitarnos sufrimientos innecesarios porque nos avisa de los peligros, nos anticipa aun cuando no hay señales aparentes de que algo ocurra.
Se encuentra conectada también con nuestra esencia y nuestros sueños, por lo que ella está atenta para captar oportunidades, muchas veces imperceptibles.
Pero de nada sirve este tesoro interior si no la escuchamos o si cuando nos habla, le decimos “después lo hago” y ese después nunca llega.
Nuestra intuición nos guía por medio de sus consejos, pero si no los escuchamos, cada vez habla más bajito. En cambio, si decidimos prestarle atención y obedecer lo que nos dice aunque a veces pueda parecer absurdo, ella cobra fuerza y nos habla cada vez más fuerte y claro.
Está muy ligada a nuestra autoestima y a la confianza que nos tenemos; ya que, si creemos en nosotros y en nuestro potencial, cuando tengamos alguna intuición sobre una cuestión, es seguro que nos haremos caso sin dudarlo.
Para poder escucharla debemos dejar la mente a un lado, pues ella no va por el camino de lo racional, por lo que si queremos oírla, lo ideal es preguntarnos: ¿Qué siento ante esto?, y observar las sensaciones, emociones e imágenes que aparezcan.
Otra forma es prestar atención a las señales. Puede ser una canción que de pronto escuchamos, una frase que alguien dice o el párrafo de un libro abierto al azar pensando en lo que queremos resolver.
Muchas veces puede parecernos irracional o hasta infantil tomar decisiones basadas en nuestra intuición; pero no lo es. Ella es una herramienta poderosísima para la toma de determinaciones, sin por ello dejar de usar las otras herramientas disponibles, en especial la información.
La intuición y la información se complementan, por ello, a la hora de decidir qué camino seguir, si aceptar o no una oferta, iniciar o no un negocio, la mejor opción es reunir toda la información sobre el tema, y luego dejar que hable nuestra intuición, aun cuando lo que diga pueda no parecer muy racional.
Seguir lo que nos dicta la intuición es un acto de valentía, como expresara Steve Jobs: “Ten el coraje de seguir tu corazón y tu intuición. Ellos saben de alguna manera qué es lo que quieres ser. Todo lo demás es secundario”.