Los rostros del final definían cómo se desenvolvió la reunión. Fueron bajando de a uno, con caras serias y evitando hacer declaraciones. Nadie quería hablar, pero las miradas de enojo en algunos, y de frustración en otros, lo decían todo. Así iban “desfilando” individualmente, del tercer piso del edificio, ubicado en la avenida Rivadavia al 1515 y salían por la puerta principal, hasta que, con una bolsa de frutas en mano y una sonrisa, buscando bajarle la tensión a un final que ya estaba escrito desde hace tres días, Ricardo Maciel, el representante que tuvo Misiones en el encuentro, resumió, en breves palabras, lo ocurrido: “No cambió nada. Vamos al laudo”.
Este jueves se volvieron a reunir en Posadas los directores del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), tras el cuarto intermedio establecido el lunes pasado, para intentar negociar el kilo de hoja verde y el kilo de yerba mate canchada.
En la previa se presentaron dos posibles escenarios.
El primero, uno utópico: la industria modificaba su oferta inicial y contraofertaba un incremento.La producción cedía un poco y bajaba sus pretensiones. Se daban la mano y fin al asunto. Un acuerdo de precios en el seno del organismo que nació para, entre otras cosas, tomar sus propias decisiones. En la segunda de las opciones estaba lo que terminó pasando, tal como se preveía: las empresas no se movieron de lo que propusieron hace cuatro días, el sector productivo profundizó su malestar con los primeros y será el Gobierno nacional, a cientos de kilómetros de distancia, el que nuevamente actuará de árbitro.
Los representantes de las distintas cadenas productivas, que componen el directorio del INYM, decidieron enviar a laudo la fijación del precio de la materia prima de la yerba mate para el período abril–septiembre del año en curso. De esta manera, los nuevos valores del kilo de hoja verde y del kilo de yerba mate canchada serán determinados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Hasta el 31 de marzo próximo permanecen vigentes los valores fijados por Nación en el laudo anterior, de 70, 08 pesos para el kilo de la hoja verde y 266, 34 pesos el kilo de la yerba mate canchada, ambos puestos en secadero.
Críticas a la industria
Era la voz más esperada y decidió hablar por primera vez, tras lo ocurrido al mediodía, en FM 89.3 Santa María de las Misiones. El presidente del INYM, Juan José Szychowski, responsabilizó a la industria yerbatera por la falta de acuerdo y los acusó de tener una “posición intransigente” en la negociación.
“Las empresas desconocieron la realidad que vivimos”, marcó el titular del organismo yerbatero, quien aseguró que, con las subas de precios actuales, no se puede mantener la grilla sin cambios.
Luego, indicó que causó malestar en el sector productivo, “la posición” de las empresas, que fueron respaldadas por las asociaciones de molineros, tanto de Corrientes, como de Misiones. “El Gobierno de Corrientes se abstuvo de votar porque argumentaron que ‘ellos no son formadores de precios'”, explicó.
Uno de los argumentos de la industria a la hora de hacer su propuesta fue que el precio de la yerba no había acompañado a la inflación: algo que fue desmentido por el presidente del INYM. “Ellos (industria) dicen que sólo les autorizaron un incremento del 13% y basta con ver los precios de góndola para darse cuenta que aumentaron más que eso”, precisó.
Para Szychowski, un aumento del 40 o 50% de la materia prima, no sería más que sincerar el valor que tiene hoy la hoja verde (convertida en canchada) en las góndolas.
También, evaluó que la industria especula con el stock disponible, aunque advirtió que, de ser ese el caso, “subestimaron la situación”.
“Hoy venimos con cosechas en baja por la sequía. En San Pedro las plantaciones se están viendo afectadas por las plagas. Creemos que a finales de marzo el stock va a estar en los 8 meses . Los industriales especularon y no advirtieron cómo esta el mercado”, sentenció.
Sin cambios
Tal como lo anticipó PRIMERA EDICIÓN días atrás, un acuerdo se presentaba como algo casi imposible de lograr, debido a las marcadas diferencias entre lo que querían los productores (apoyados por el Gobierno de Misiones) y lo que estaban dispuestos a ofrecer los industriales (respaldados por el Gobierno de Corrientes).
Los productores solicitan elevar el kilo de hoja verde de $70,08 a $121; es decir, un incremento del 72%. “Es lo mínimos que necesitamos”, marcaron.
Por otro lado, los industriales, en la reunión del lunes anterior, propusieron mantener la grilla actual, sin aumentos. “Hoy no estamos en condiciones de dar incrementos”, defendieron.
Ambas posturas se mantuvieron firmes ayer. Cooperativas y secaderos también continuaron con sus pedidos, ambos cercanos al $100 por kilo de hoja verde.
Un laudo especial
No es para nada sorpresivo que el precio de la yerba mate termine definiéndose en el laudo, pero esta oportunidad se presenta especial. Como pocas veces, hoy la producción y la industria se muestran incapaces de ceder en sus posiciones
Unos sostienen que no aceptarán menos $121 por kilo de hoja verde y amenazan que, si Nación determina menos que eso, “pararán la producción y saldrán a las rutas”.
Por su lado, las empresas redoblan la apuesta y por lo bajo sostienen, con la tranquilidad del que se sabe ganador antes de jugar el partido, que ningún laudo puede obligarlos a pagar más de $70.
Así, el futuro yerbatero aparece con un manto de incertidumbre acerca de lo que puede ocurrir con la decisión que tome . El fallo más cercano favorece a los productores. La historia le sonríe a la industria, que siempre se vio sus intereses favorecidos en los respectivos laudos anteriores.
Acuerdo: la última vez
El INYM nació en 2002 en medio de una profunda crisis yerbatera, que llevó a la ruina a muchos productores. Lo que se buscó es un espacio donde el sector pudiera tomar sus decisiones.
Sin embargo, el gran cuello de botella siempre fue la discusión de los precios de la materia prima. Fueron pocas las veces que se logró un acuerdo en el seno del organismo. La última fue en marzo de 2020, antes de la cuarentena, cuando los productores, los secaderos y cooperativas terminaron cediendo ante la industria y aceptaron un valor muy por debajo de sus pretensiones originales.