Analía Zacarías es ciclista profesional de BMX Freestyle, una disciplina que en un principio era mayormente elegida para los hombres pero eso a ella no le importó. Con mucho esfuerzo y dedicación se consagró como una de las primeras mujeres en impulsar este deporte en la provincia y el país, actualmente integra la selección nacional y su próximo objetivo es llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024. En la comodidad de su hogar junto con “Buda” su gatito, recibió a PRIMERA EDICIÓN para hablar sobre su carrera y cómo fueron sus inicios.
Todo comenzó en 2009, cuando un día mirando televisión junto a su mamá vio un programa de deportes extremos en un canal y descubrió el BMX. Lo que llamó su atención fue que no había ninguna chica. La transmisión finalizó pero no vieron a ninguna ciclista mujer sobre la pista. “A mí me quedó como algo parecido a un desafío, era algo que quería intentar por lo menos”, afirmó.
Pasaron algunos meses y vio que un chico vendía una bicicleta, habló con sus padres y llegó a un acuerdo de trabajar en el negocio que tenían en el barrio Jardín para juntar la plata para comprarla. Así fue que durante un tiempo al salir de la escuela, atendió el negocio familiar hasta conseguir el dinero para comprar su primera bici, que en un principio era azul pero su papá la ayudó a despintarla porque era azul y después la pintó de rosa.
“Ahí comenzó toda la aventura porque podía practicar en la plaza del barrio, hacíamos algunos saltos, íbamos inventando, improvisando con los chicos y se armó un lindo grupo en el Polideportivo del barrio Jardín”, recuerda con mucho cariño. Luego, un amigo le comentó que en la plaza San Martín se juntaban chicos con skate y algunos con bicis como la de ella, y en ese momento decidió dejar el barrio y dirigirse hasta el centro, lo que implicó una larga conversación con su mamá para lograr convencerla ya que la distancia de un punto al otro en bicicleta implicaba un gran riesgo.
“Ahí empezó todo el desafío de incorporarme al BMX, que siempre estaba más enfocado a los varones, yo bici rosa, la primera vez que llegué me senté en un banco de la antigua plaza San Martín y no sabía qué hacer”, comenta. Con mucha timidez y de a poco, iba todos los fines de semana a practicar, compartía con otros chicos y veía los trucos que hacían.
Un día un amigo le mostró una revista donde salía Camila Harambour, una campeona de BMX Freestyle que ya había participado en torneos internacionales, desde ese entonces se convirtió en su gran referente y mentora. Le pidió prestada la revista a su amigo y la llevó a su casa para mostrarle a su familia que sí había chicas que se dedicaban a ese deporte.
Por recomendación de algunos ciclistas con los que compartía día a día, Analía trabajó en un negocio de ropa y juntaba dinero para, poco a poco, cambiar las piezas de su bici e ir perfeccionándose un poco más en la disciplina.
En 2012, le llegó la invitación para participar en un Torneo en São Paulo, su primera competencia y encima solo de mujeres. Ahorró durante meses para poder realizar ese viaje, con ayuda de su amiga Antonela compró los pasajes y viajó a Brasil. Allí conoció a chicas de Colombia, Brasil, Chile y México, y estaba nada más ni nada menos que Camila Harambour. En la competición quedó en el segundo lugar, lo que claramente era un reconocimiento a tanto sacrificio.
Luego de la competencia en Brasil, Analía regresó con otra visión, su objetivo era claro: quería dedicarse al deporte profesionalmente y era lo que más deseaba para su vida. “A partir de ahí me propuse representar a mi provincia, representar a mi país y allí comienza mi carrera profesional”.
Actualmente es normal verla como referente del BMX, pero sin embargo la deportista tuvo muchos altibajos sobre todo porque personas que la rodeaban creían que su pasión por este deporte era solo un hobby que en algún momento se iba cansar y se iba dedicar a otra cosa. Ella siempre estuvo muy segura de cuál era su sueño y lo que quería para su vida.
“Hoy estoy donde estoy por esa fe y pude demostrar a todo mi círculo que cuando uno quiere y se propone puede lograrlo”.
“Un deporte para hombres”
Zacarías es una apasionada del BMX pero al principio no fue fácil iniciarse en esta disciplina, porque la mayoría que practicaba este deporte eran hombres y cuando se acercaba a practicar con ellos la miraban mal o la tildaban de “varonera” y otros términos muchos más despectivos que prefiere no mencionar.
“Los primeros años de realizar la práctica deportiva fueron un poco difíciles porque se reían, porque es un deporte que las primeras veces te caés porque tenés que aprender a manejar bien la bicicleta, entonces se burlaban y me decían cosas”. Por ese entonces era adolescente y quizás no contaba con las herramientas que tiene hoy en día, por eso recuerda que llegaba a casa y lloraba mientras su mamá la consolaba.
Sin embargo, reconoce que “lo tomé para fortalecerme, me decía ellos no me van a ganar ni ahí, yo puedo, yo lo quiero hacer y hacía oídos sordos a lo que me decían”.
Una lucha por el reconocimiento de las mujeres en el BMX
En 2017, cuando el deporte ingresó a los Juegos Olímpicos, las mujeres una vez más alzaron la voz por la igualdad. Analía cuenta que en ese entonces los premios que daban a las ganadoras de competencias en las categorías mujeres, en cuanto a la parte monetaria era menos dinero que lo otorgado a sus pares varones y los regalos eran cosas que nada tenían que ver con ellas como ropas extremadamente grandes, calzoncillos y llaveros. “Viajaste, competiste, pagaste la inscripción, usaste la misma rampa que los chicos y un llaverito. Todas quedamos como que esto no puede pasar más”, compartió.
A partir de allí las cosas empezaron a cambiar, muchas ciclistas dejaron de asistir a algunas competencias en “modo de protesta” porque los organizadores no entendían el reclamo de igualdad. Hoy en día resalta que las cosas cambiaron mucho, gracias a la lucha de las mujeres que alzaron la voz para ser reconocidas.
Por ello, este mes de la mujer y como mujeres que inspiran a otras el mensaje que tiene para todas las chicas que quieran iniciarse en este deporte es que “desde mi experiencia le digo a todas las que quieran animarse a practicar este deporte, que es hermoso porque todos los días aprendés algo nuevo, de a poco se pueden ir logrando las metas”.
Próximos objetivos
Analía reveló que su objetivo a corto plazo es clasificar para los Juegos Panamericanos de Chile y de ahí poder conseguir el tan anhelado pase a los Juegos Olímpicos de París el próximo año.