El drama del consumo problemático y las adicciones arremete con fuerza en los barrios de Misiones, captando no sólo a adultos y jóvenes sino también a los niños. Todo ello trae aparejado, en la mayoría de los casos, otras problemáticas colaterales como la deserción escolar y la violencia en todas sus formas.
En ese contexto, la contención, el acompañamiento a las familias son pilares fundamentales para hacerles frente. En Misiones existen unos 25 Puntos Preventivos y Asistenciales que reciben un gran número de niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables.
Violencia de género, abandono, deserción escolar, chicos en situación de calle y las adicciones, son algunas de las realidades que los trabajadores y voluntarios de esos centros perciben en su día a día.
“Los Puntos Preventivos son espacios de encuentro donde se busca generar confianza a través de distintas ofertas y talleres (prevención inespecífica) con el niño, niña, adolescente que nos acercan a la madre (a quienes también ofrecemos distintos talleres)”, explicó a PRIMERA EDICIÓN, Samuel López, ministro de Prevención de Adicciones y Control de Drogas de la provincia.
Además agregó: “Después de eso se da recién la apertura a la familia, y a partir de ahí se trabaja en lo específico: tratamiento, orientación, contención, escucha, etcétera”.
El punto de referencia y modelo es el que funciona en el barrio Sol de Misiones de Posadas. Dorys Yakelina Mittelstad, responsable de ese lugar señaló: “El punto trabaja con familias en situación de vulnerabilidad social y a veces sin necesidades básicas insatisfechas, pero con algún otro tema que podamos trabajar como en la prevención del consumo problemático”.
Señaló que el consumo abusivo de distintas sustancias legales e ilegales son una constante y se detecta en niños desde los 12 años, en los más pequeños lo habitual es el uso excesivo de los celulares.
El lugar asiste no sólo a personas del barrio, también llegan de otros como Los Oleritos, 17 de Junio, Bicentenario, San Isidro, Prosol y Belén, entre otros.
Está abierto de lunes a viernes de 8 a 13 y de 14 a 21 y son aproximadamente unas 260 las familias inscriptas, de las cuales 380 son niños. Se dan talleres de oficios, clases de apoyo escolar, terminalidad de primaria y secundaria para adultos y actividades deportivas.
En tanto, también se lleva adelante la escucha y la contención con psicólogos y operativos de salud. “Este año va a haber más de 40 alumnos egresados de primaria, secundaria y oficios varios. Porque los talleres son de dos años, certificado avalado por el Ministerio de Educación”, contó.
En Posadas también funciona el Punto Preventivo del barrio San Gerardo, que además de contener a las familias de ese barrio también lo hacen con los chicos alojados en el Centro Modelo de Asistencia y Seguimiento de Niños, Niñas y Adolescentes para chicos en conflicto con la ley penal.
“Recibimos demandas por problemas de consumo y también otras demandas que vamos abordando articulando con otras instituciones como atención psicológica, gestión de turno y trámites relacionados al área de salud y educación, asesoramiento sobre PAMI, ANSeS, DNI, partida de nacimiento”, sostuvo por su parte, Pablo Cardozo, responsable de ese punto y remarcó: “Trabajamos en red porque entendemos que es una problemática que se combate entre todos”.
Trabajo con referentes barriales
Mariano Mieres, director de Capellanes Misioneros Metropolitano, que hace voluntariado en el punto preventivo del barrio Fátima en Garupá, comentó que trabajan mucho con los referentes barriales para conocer la realidad diaria del vecindario.
“El consumo problemático es generalizado, hemos hecho una pequeña estadística caminando el barrio y de las familias que visitamos, un 80% tiene problemas. La violencia de género es moneda corriente, pero no todas denuncian, no tienen el valor de hacerlo. También hay víctimas que son hombres. Más de un 30% de hogares con violencia familiar, económica muchas veces”, remarcó Mieres.
En este punto funciona un comedor los miércoles, jueves y viernes, tienen un ropero solidario que se nutre con colectas de ropa. Trabajan además en colaboración con la Línea 137 y con una abogada especialista en violencia familiar.
“Se hacen charlas con las personas con consumo problemático o adicciones, hacen diagnóstico y tramitan los turnos en Manantial o donde corresponda. Vemos su entorno social, para ver si necesitan otro tipo de asistencia”, acotó el hombre.
Por último, Mabel Rojas, secretaria de Prevención de Adicciones de Santa Ana y responsable del punto preventivo en esa localidad, detalló que se encuentran trabajando en el barrio Martín Chico, un lugar muy vulnerable y donde el consumo problemático está haciendo estragos.
“Trabajamos mucho con deportes, niñez, área mujer (de la Municipalidad local), para consensuar estrategias. Nos extendimos a los colegios secundarios porque nos llamaban los directivos para informar y concientizar sobre los consumos problemáticos”, relató.
En todos los puntos se llevan adelante los talleres de oficios, se pueden encontrar de peluquería, electricidad, tejido, corte y confección, así como de música, folclore, deportes y clases de apoyo.
Asimismo, cuentan con 24 computadoras con las cuales imparten clases de computación para los niños y esperan ampliar para las mujeres del barrio.
“Acá se hacen las primeras escuchas, se trabaja con el Hospital nivel 1 y luego en la derivación. Tenemos chicos en rehabilitación y otros que terminaron el año pasado, pero seguimos estando cerca de ellos”, cerró Rojas.