El centro de videovigilancia, oficialmente en funciones desde la semana pasada, es el segundo de la provincia en cuanto a disposición de tecnología y logística, y comprende una división analítica y operacional que contribuye a la seguridad.
Este Centro Integral de Operaciones 911, demostró su efectividad con el esclarecimiento de ilícitos y también en la prevención con la detección de un presunto ladrón de motocicletas en cercanías al casino y la intervención en un hecho de violencia de género que culminó con un hombre detenido e imputado, entre otros registros como la identificación y aprehensión de los integrantes de una gavilla de jóvenes que forzaban puertas de comercios y automóviles.
El funcionamiento a pleno del CIO-911 se inició el martes pasado con la observación del gobernador Oscar Herrera Ahuad y el vicepresidente de la Cámara de Representantes, Hugo Mario Passalacqua, y el jefe de Policía, Carlos Miguel Merlo, entre otras autoridades.
Con las cámaras a pleno en Oberá, ya son dos las dependencias especializadas en el monitoreo y que cuentan con centrales de despachos del 911 integradas con líneas de emergencias de bomberos y salud pública. Siendo un sistema ininterrumpido e interconectado a través de fibra óptica.
Cabe destacar, que el personal policial que cumple funciones en la División como radio operadores, son previamente seleccionados, con perfiles que puedan dar respuesta y contención ante cualquier eventualidad, siendo además los encargados de derivar a los distintos requerimientos a las patrullas que están coordinadas a través del sistema de geolocalización.
Las demandas de la comunidad al Centro Integral de Operaciones comprenden un flujo promedio de 300 llamadas diarias en Posadas, más las que se suman de las nuevas divisiones de videovigilancia en el interior, en total doce.
Esta nueva base primaria está interconectada con el CIO de Posadas y con el resto de la provincia a través de distintos nodos, unidos por más de cien kilómetros de fibra óptica, una comunicación en tiempo real.
La Policía cuenta hasta la fecha con casi 1.600 cámaras de seguridad, las cuales tienen diversos tipos de funcionamiento, por lo que son instaladas por ingenieros y técnicos, para que cumplan su labor con eficiencia y acorde a las necesidades de la población, previéndose el mantenimiento de las mismas durante todo el año.
En Oberá se requirió de 20.000 metros de fibra óptica para 65 cámaras de última generación de modelos Domo 360 y fijas, además de dos tótems, ubicados en lugares estratégicos de la ciudad y sus alrededores, contando también con 4 seccionales y 3 comandos, los cuales son comisionados por medio de un sistema georeferencial ante cualquier alerta que emitan los operadores.
Dichas cámaras de vigilancia, permiten la visualización de las actividades que las personas realizan en la vía pública, desde aglomeraciones pequeñas hasta eventos multitudinarios, quedando estos soportes guardados en una base de datos, requeridos por la Justicia como pruebas irrefutables ante delitos que se pudieran cometer en la vía pública.
La inversión en sistemas de seguridad preventiva se completa con cámaras que trabajan las 24 horas en el resto de las localidades, como también lectoras de patentes de vehículos, móviles policiales con cámaras de reconocimiento facial “bodycam” que utilizan los efectivos del Grupo de Acción Preventiva.
En los próximos días se habilitarán centros de operaciones en Bernardo de Irigoyen, Apóstoles y San Vicente.