Desde el martes 25 de abril próximo Alfredo Rafael Remskij en juicio oral y público será juzgado y enfrenta una posible condena de prisión perpetua acusado de asesinar a su madre y descartar el cuerpo en un basural de Apóstoles en septiembre de 2017.
El debate por el parricidio de Isabel Domínguez Huzi de Remskij de 52 años se realizará ante los camaristas del Tribunal Penal 2 de la Primera Circunscripción Judicial y también incluirá como encartada a Mayra Vanesa Dutra (32), expareja de Alfredo Remskij.
En el caso de esta mujer está imputada como presunta partícipe primaria del “homicidio calificado por el vínculo”. Entre las sospechas y evidencias, habría colaborado para que Remskij intente ocultar el ataque y muerte de su progenitora.
El primer intento de inicio de debate se realizó en agosto de 2022, pero debió ser suspendido por la renuncia del abogado defensor de Remskij horas antes de la fecha pautada.
Fueron programadas para la segunda oportunidad de sentarlos ante el tribunal a los dos acusados, seis audiencias, con fecha de alegatos y sentencia para el miércoles 2 de mayo.
La acusación estará en manos del fiscal Vladimir Glinka y el tribunal estará conformado por Carlos Jorge Giménez, Gregorio Augusto Busse y César Antonio Yaya.
Vale recalcar que en el caso que Remskij y Dutra sean hallados culpables, la pena podría resultar en prisión perpetua para el hijo de Domínguez Huzi y entre 8 a 25 años para su exnovia.
El crimen fue descubierto durante la siesta del domingo 10 de septiembre de 2017, cuando el cuerpo Isabel fue hallado en el basural apostoleño a seis kilómetros del casco urbano.
Según los datos colectados en el expediente que instruyó el juez Miguel Ángel Faría y la fiscal Silvia María Barronis, se apunta a que la mujer fue asesinada entre la noche del viernes 8 y sábado 9 (septiembre de 2017) luego de una pelea en la cual fue estrangulada.
El cadáver luego fue cargado a un camión pluma propiedad de la expareja de la víctima y descartado envuelto en frazadas y atado con tramos de cable coaxial, entre desperdicios junto con algunos de sus electrodomésticos.
Los forenses judiciales confirmaron con la autopsia que Domínguez Huzi murió por asfixia por ahorcamiento.
El resto de las pruebas sostendrían que fue asesinada en su vivienda de calle Moreno casi Salta, inmueble que estaba bajo disputa familiar por la insistencia de venderlo que tenía Alfredo Remskij.
Para los investigadores de la Dirección Homicidios y de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (SAIC), este joven la ultimó con el objetivo de quedarse con la casa.
El imputado hasta intentó distraer la investigación cuando aseguró a los detectives que había trasladado a su madre a Gobernador Virasoro, en Corrientes, porque tenía intenciones de mudarse junto a un hombre que había conocido.
Su coartada fue rápidamente desvirtuada, una vez que las pericias telefónicas establecieron que en ese lapso de tiempo nunca había abandonado Misiones.

Comprende y es imputable
Uno de los recursos que intentó la defensa de Remskij en la etapa de instrucción del expediente fue buscar su inimputabilidad, víctima de alguna patología mental.
Pero los informes de profesionales del Cuerpo Médico Forense que en 2018 le realizaron un segundo estudio más profundo coincidieron con lo que finamente se plasmó en la elevación a debate de Barronis y Faría: que Alfredo Remskij comprende la criminalidad del acto que se le imputan y que su participación en el parricidio no fue a causa de “un hecho ligado a un estado de emoción violenta”.
Para los peritos del Superior Tribunal de Justicia el acusado de estrangular y tirar a la basura a su madre sabía lo que hacía.
Ese nuevo examen llegó en julio de 2018 al despacho del instructor Miguel Ángel Faría y borró cualquier sospecha al respecto que hubiera surgido de la primera pericia.